Por más que quiero escribir de otras cosas nada más no
puedo, este señor insiste en meterse en este blog…
Es necesario volver a tratar el tema de Andrés Manuel López
Obrador, ese caudillo moderno que lleva 23 años blandiendo la bandera de una
dizque izquierda combativa y competitiva (también muy repetitiva).
Ahora el señor dio adiós al PRD y al movimiento progresista
(fue conmovedor), se va a dedicar a MORENA, y puede (¿alguien lo duda?) que lo
vuelva partido político. Desde ahí va a tener una preciosa comodidad que ya
quisiera cualquiera… Vamos viendo: Tendrá prerrogativas (sí, todos nosotros,
con nuestros impuestos le seguiremos dando lana para que él continúe
manteniendo su cínica necedad), tendrá acceso a los medios de comunicación
(adiós a su “cerco informativo”), tendrá la garantía de estar conectado con
todo y con todos, tendrá, como dueño, socio y fundador de su partido, la
facultad de postularse para lo que quiera cuantas veces quiera, tendrá
influencia en toda la izquierda porque muchos de sus aliados, seguidores,
discípulos, partidarios, admiradores, incondicionales o como ustedes les
quieran decir, siguen metidos en los partidos que el mesías tropical acaba de
dejar. O sea que, como dijo Cantinflas: “se va, pero no se va…”
¡Esa sí que es una gran idea! ¿Por qué no se le habrá
ocurrido antes? Ahora sí, a nadar de muertito por el resto de la vida. Igualito
que la maestra Elba Esther, igualito que Romero Deschamps, o como Napoleón
Gómez Urrutia, como Gamboa Pascoe. En fin, mexicanos “brillantes” que pasan de
líderes a líderes perpetuos, y de ahí a propietarios privados de los destinos
de millones de fuerzas vivas en un asombroso acto de prestidigitación
democrática…
Nadie a quien rendirle cuentas y nadie que se las pida (las
cuentas). Con su fuero sui generis, resistentes a la Secretaría de Hacienda y a
la del Trabajo, blindados ante el IFAI, intocables por el ejecutivo, también
por el judicial, co-propietarios del
legislativo, omnipotentes ante el cuarto poder, y el quinto y el sexto y todos
los que se les pongan enfrente, son los dueños de México y cantan victoria.
Amos y señores de vidas, haciendas y destinos. Vitalicios, impunes y
absolutamente inamovibles. ¡Eso es todo! ¡Viva México!
Y seguro veremos el nombre de AMLO en la boleta electoral
del 2018… ¡Ni modo Marcelo!
Obituario: “Se acabaron
los pretextos, es hora de avanzar: EPN”. O sea ¿cómo?