Lo contrató el Manchester United, el club más importante de Inglaterra y uno de los cinco más importantes del mundo. Se habla de 18 millones de dólares, una transferencia sin precendentes. Tiene 21 años y un talento innegable, sin duda es un delantero muy eficaz, rápido, habilidoso, intenso, inteligente, contundente, mortal.
Va a jugar en el país que inventó el fútbol (aunque en Brasil lo perfeccionaron) a partir del 31 de julio, una vez acabado el mundial. Old Traford ya lo espera y los mexicanos, siempre creativos y chistosines, ya esparamos con ansia la dupla "Chicha-Rooney".
Y las noticias y los rumores pululan por todos lados: que Sir Alex Ferguson está flechado por él, que llega al mejor equipo del mundo (¿no díce Hugo que es el Madrid?), que Omar Bravo se puso celoso y dejó la sala donde transmitían la conferencia (a ver si no lo regaña don Jorge), que si costó menos o más, que ya estaba hecho desde hace un mes, que todo mundo le da consejos, que se sentirá más confiado en el mundial porque juega con los "Red Devils", que el chícharo ya no es una leguminosa, que ahora es una verdura; que si no ha jugado un partido oficial con la selección, que ya aseguró la titularidad en Sudáfrica, que si está muy joven, que si Vergara se aprovechó de su nobleza, que qué buen ingléa habla, en fin.
La cosa es que ye es propiedad del MAnU, y todos todos todos esperamos que le vaya muy bien. Hoy Javier Hernández está en boca de la gente, es la sensación, todo mundo habla de él, todos nos subimos a su barco y le deseamos lo mejor. Algunos de dientes para fuera, otros de corazón, pero todos estamos en el barco del "chicharito".
Yo, particularmente creo que hará un buen papel y que tardará mucho en regresar a nuestro fútbol.
El que juega fútbol sueña y para Javier el "Teatro de los sueños" se acaba de abrir, no lo despierten, déjenlo seguir soñando...
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