En México, desde hace mucho
tiempo (la verdad ya ni sé cuánto) la ciudadanía está harta de la clase
política. Harta de los mismos candidatos, harta de los mismos discursos y harta
de que siempre le “doren la píldora” con las mismas promesas, las mismas palabras
y los mismos ofrecimientos. También está harta de que, al final, pasadas las
campañas y las elecciones, nada es cierto, nada se cumple y todo sigue como
siempre, o peor…
Por eso, el grito de hartazgo
se eleva y se desvía hacia la protesta, eso sí, tirándole a la estupidez, hacia
lo absurdo… Son señales de alarma que se prenden, los focos rojos están
encendidos.
Se llama “Morris”, es un gato y
también está desilusionado de los políticos. Es “candigato” a la presidencia de
la ciudad de Xalapa, capital de Veracruz. Uno de sus lemas es: "Duerme
casi todo el día y no hace nada”. Bueno, sí, eso le da todo el perfil de un
político".
Y el gato Morris arrasa en las
redes sociales de cara a las elecciones municipales del 7 de julio. Más de
150mil seguidores en Facebook hablan del hartazgo de la gente.
El candigato tiene un cartel
oficial, pegatinas con los colores de la campaña de Obama y una frase contra
los políticos: "Hartos de 'ratas', votemos por un gato". Su programa
de gobierno ofrece lo mismo que sus contendientes políticos: "Descansar y
retozar". En su equipo de gobierno este felino cuenta con Hello Kitty, Don
Gato, Garfield, el Gato con botas, entre otros.
El fenómeno ha sido incluso
recogido por muchos medios alrededor del mundo. Australia, Francia, Inglaterra
y España han dado cuenta de la campaña de tan singular aspirante. Incluso le
dio una entrevista a la revista TIME.
El éxito de Morris se debe a la
exhibición de los políticos mexicanos, a su modo de conducirse, a que cada vez
son más descarados y más cínicos. Por eso el gato suma más adeptos y demuestra
que los mexicanos preferimos elegir un animal porque estamos hartos de la
corrupción de los políticos… Y ¿qué creen? Que Morris lidera las encuestas (sí,
ya sé que nadie le cree a las encuestas, pero los datos son los datos), tiene
el 60% de las preferencias de los votantes. Eso, cualquiera que sea la lectura
que se le dé, es sumamente preocupante.
La candidatura de Morris, por
supuesto, no tiene validez oficial, aunque gane, no va a pasar nada con él,
como chiste y para la reflexión es buenísimo, pero la ley no establece que un
animal pueda gobernar al pueblo (eso habrá qué revisarlo, porque históricamente
han sido muchos los animales que nos han dirigido).
Sin duda, este 7 de julio,
Morris va a tener más votos que todos los demás contendientes, pero Xalapa será
gobernada por el que quede en segundo lugar ¡qué pena ¿no?! ¡Perder contra un
gato bicolor! Sea quien sea el triunfador ¿con qué cara tomará posesión? Lo
primero que habrá qué pedirle será un poco de dignidad…
La candidatura de un animal (en
el término estrictamente literal) es un caso digno de estudiarse como movimiento
social, hay ingenio, originalidad, frescura y mucha creatividad alrededor de
los autores de tan singular personaje, quienes, pese a no tener un solo peso de
presupuesto, a diferencia de los candidatos reales, han realizado un sinfín de
actividades desde la plaza pública que ahora significan las redes sociales para
ganar adeptos. Y lo han logrado con creces. El fenómeno rebasó sus
expectativas.
Y las repeticiones no se han
hecho esperar. En otras ciudades mexicanas ya aparecieron candidatos como “Chon
el Burro”, “Tina la Gallina”, “Maya la Gata” y “Tintán el Perro”. Seguramente
habrá más.
El candigato Morris, un gran catalizador
para demostrar el nivel de descontento que existe en nuestra sociedad…
Obituario: Granier está en el
hospital, enfermito… ¡Qué conveniente!