miércoles, 11 de agosto de 2010

A ras de pasto

Estoy viendo la televisión. Se termina el primer tiempo de un partido de fútbol (del que ustedes quieran), antes de mandar a los muchísimos compromisos comerciales que tienen las televisoras, el comentarista dice: -Vamos a la cancha, allá se encuentra nuestro compañero reportero, ¡adelante!
-Muchas gracias, así es, estamos con el jugador que porta la camiseta número veintisiete -dice al tiempo que empieza la entrevista-. Veintisiete, complicado partido, una primera parte difícil, llena de contrates, con mucha llegada, pero poca definición, en la segunda parte sin duda tienen qué salir a conseguir el gol.
Acto seguido le pone el micrófono al futbolista quién, con mucha seguridad atina a responder: -Sí, complicado, difícil, con mucho contraste, creo que hemos tenido llegada, pero no la hemos metido. En el segundo tiempo tenemos qué meterla si queremos sacar el resultado...
-Muchas gracias veintisiete.
-Gracias, un saludo a la afición.

Y así se da por terminado ese bonito ejercicio. El jugador se va al vestidor y nuestro amigo reportero manda a comerciales...

Cuando de deportes se trata, los reporteros que están en el campo no preguntan, ¡afirman! Y por supuesto reciben por respuesta lo mismo que "preguntan". Y a eso súmenle que los futbolistas no suelen ser muy inteligentes. ¿Qué, nadie les dice nada? ¡Son valiosos minutos en televisión! Siempre me he preguntado ¿por qué? Y simplemente no encuentro una respuesta. Yo no entiendo.

Hace mucho tiempo en un partido entre América y Veracruz el público del Azteca pedía a gritos la entrada al campo de Antonio Carlos Santos, grandísimo jugador (a pesar de jugar en tal club), el comentarista le preguntó a Anselmo Alonso (quien estaba "a ras de pasto"): -¿Qué grita la gente Anselmo?
A lo que Alonso respondió, sagaz: -La gente grita "Santos, Santos, Santos".
Después vino un silencio incómodo como de tres o cuatro segundos. Imborrable momento de la televisión mexicana.

Obituario: "El gol lo platicamos todos" no es una creación de Enrique Bermúdez, es una creación de Lalo Camarena (él sí, brillante periodista deportivo). Luego le pido permiso y les cuento.

2 comentarios:

  1. Como me da gusto saber que como trabajador de la comunicación, conservas el sentido crítico y no te tiembla la mano para decir que nuestra televisión es una "mierda". De verdad te felicito y veo con gusto también que pensamos mas parecido de lo que creí (no lo digo solo por este articulo) Siempre persigue tus ideales, este país y el mundo si pueden ser un mejor lugar para vivir. Serginho.

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  2. estimado Charly, sigo atentamente tu blog, la verdad me agrada mucho. En particular en el tema que comentas en este post creo que refleja la falta de profesionalismo de las televisoras. ¿Se burlan de nosotros?, pues si, solo se dedican a vender productos, poruqe ya ni siquiera es agradable ver un simple partido de futbol. ¿Has notado las inconsistencias del "Perro" Bermudez? Pues cada partido que lo escucho, cada partido dice una bola de estupideces que ni siquiera pasan en el campo, hasta parece que es la narración del videojuego de "FIFA", donde juegas por el centro y el "Perro" narra en ese momento que desbordas por la banda. Pero si, ojalá tuvieramos mejores comentaristas. Ojalá un día, no se burlen de nosostros los espectadores.

    pd. uN SALUDOTE A LOS hOOLIGANS

    Franco

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