En diciembre se cumplen cuatro años de la famosa “lucha contra el narco” y nuestro país está en llamas, está desmoronándose por todos lados…
No debemos negar que existe un gran esfuerzo económico y humano, pero es cierto que nada más no da resultados, más bien todo lo contrario… Cada día el caos se vuelve más dueño de la situación.
La madrugada del jueves, en Ciudad Juárez, se produjo la quinta matanza en solo una semana. Las cinco mujeres tiroteadas cuando salían de trabajar en una empresa manufacturera se sumaron a los siete jóvenes asesinados a la misma hora en Tepito, una de las colonias más peligrosas de la ciudad de México, a los 15 del día anterior en un centro de lavado de coches en Nayarit, a los 13 que murieron el sábado en un centro de rehabilitación en Tijuana y a los 14 que fallecieron en Ciudad Juárez el viernes mientras se divertían en una fiesta de cumpleaños. ¿Y ya? No. A todo eso hay que sumarle los muertos diarios que ya ni siquiera son noticia.
Sí, ya es difícil contar a los caídos.
Todos los responsables de la lucha contra el narcotráfico, incluido el presidente Felipe Calderón, admiten ya que la guerra va para largo, que se seguirán produciendo asesinatos y que el costo es caro, pero vale la pena. Y eso sí, muy decentemente, cada que se da una matanza, la repudian, la condenan y lanzan condolencias para todos lados. Como si sirviera de algo.
De las cinco matanzas recientes, tres de ellas -las de Tijuana, Nayarit y Tepito- se centraron en el eslabón más bajo de los carteles: drogadictos que se costean su dosis trabajando como vendedores de marihuana, o incluso como sicarios. Los jóvenes asesinados en Tijuana y en Nayarit estaban en proceso de desintoxicación. El resto de las víctimas son policías o gente de a pie que tuvo la mala fortuna de cruzarse en medio de una balacera. El desconcierto general a la orden del día.
Y para acabar, como siempre, todo mundo echándose la bolita. El propio presidente Calderón acaba de acusar a su antecesor en el cargo, Vicente Fox, de "cometer muchas equivocaciones". La más grave: "No reaccionó a tiempo contra el narcotráfico. Si México hubiera comenzado a luchar contra ese problema hace diez años, estaríamos hablando ahora de un asunto completamente diferente". El fuego quema para todos lados. Y eso que Calderón y Fox son del mismo partido…
Obituario: Este asunto parece no tener fin. ¿A dónde vamos a parar? México salpica.