El presidente y yo nos parecemos, yo soy productor de noticieros, él es productor de noticias. Él ES la noticia. Él hace, comunica y produce la noticia. Por eso está por todo el país, gobernando a través de los
medios, gobernando por televisión…
Él mismo arma su show. A donde vaya el presidente siempre hay noticia porque prepara el escándalo del día por medio de un dato (inútil), una frase (tonta) o una anécdota (intrascendente)… Felicita por la tele a sus soldados y amenaza a los “malos”, ironiza diciendo que vamos ganando la guerra, reta a los corruptos y politiqueros, y tranquiliza a los niños (eso es bien importante)…
Hace lo que sea para salir en televisión y ser la única noticia. Los momentos críticos los convierte a su favor (Monterrey, Torreón, el país entero), gracias a que sale en la pantalla masiva para explicar en lenguaje sencillo a la gente que todo está bien, que él asume la responsabilidad y que todo se hace por la patria. ¡Una política de eslóganes, palabras lindas y buenas intenciones!
Viaja por todo México. Luego entonces el país es seguro, se puede viajar en masa, pero protegidos por los militares. Ejército por todos lados. Narcos y mafiosos debilitados. El efecto: hacer creer que el país está
pacificado. ¡Ajá!
Él solo lo puede todo. Él es la solución contra todo. Los medios de comunicación son su escenario natural. Gestiona leyes e iniciativas con el diputado Loret y el senador López Dóriga. Se construye como personaje. Hace del poder un ejercicio visible.
Y como la publicidad es algo innato de este sistema capitalista, hoy, más que nunca, con motivo de su informe, el show más famoso, más visto y más prestigiado es la propaganda de su estrella televisiva con sus planes y sus logros de gobierno. Miles y miles de spots por todos lados y a todas horas. Una sonrisa optimista, un rostro confiable, una mirada honesta y un presidente que nos cobija en su regazo… Y millones de pesos que podríamos ocupar en cualquier otra cosa, lo que ustedes quieran, pero cualquier otra cosa, ¿no?
Lo malo del caso es que nada de lo anterior le ha servido. Nadie le cree. Pero bueno, ya le queda poco. Eso sí, después del 2012, volveremos a empezar…
Obituario: 400 mil pesos de queso Oaxaca… Mmmh, me imagino la quesadillota…
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