¿Premio al indocumetado?

Se dieron a conocer los nominados para la octagésima cuarta (¿eh, qué tal?) entrega de los premios de la academia, mejor conocidos como “Óscar”. Pero la nota no es esa, total, pasa cada año. Lo importante para nosotros es la nominación como mejor actor (sí, leyeron bien) de Demián Bichir (sí, leyeron bien) por su trabajo en la película "A better life", de Chris Weitz, donde nuestro compatriota interpreta a un jardinero indocumentado que se enfrenta al lado oscuro de Los Ángeles (lo que sea que eso signifique). 

Sí, muy bien, felicidades a Bichir, sin duda se lo merece. Es el primer mexicano nominado a mejor actror, ahí nomás. Anthony Quinn se llevó la estatuilla en el ’52 y en el ’56, pero como actor de reparto por “¡Viva Zapata!” y “El loco del pelo rojo” respectivamente. Desde entonces, ningún mexicano había sido considerado para competir… Y mucho menos por un rol principal. Claro, Katy Jurado y Salmita estuvieron nominadas, pero estamos hablando de niños…

Sin embargo el buen Demián tiene un par de problemas…

Primero: En la misma categoría compiten George Clooney, Jean Dujardin, Gary Oldman, Brad Pitt… Un pokar bastante regular ¿no? Los contendientes son puros monstruos, puros consentidos de la academia y puros éxito de taquilla garantizados…

Segundo: En “A better life” Bichir interpreta a un jardinero indocumentado, un personaje que representa a una comunidad entrañable para todos nosotros. Ajá, “todos nosotros”, los de acá, de este lado. Porque para “todos aquellos” los de allá, de aquel lado, dicha comunidad no es, y lo sabemos, muy bien vista que digamos. Así que premiar a un actor haciendo de indocumentado no resulta, en lo absoluto, políticamente correcto. Los mochos de la academia premian a los retrasados mentales, a los héroes de guerra, a los enfermos, a los que matan nazis, a los lisiados, a los maltratados y hasta a los gays. Pero no me los imagino premiando a un ilegal, ¡Dios mío, eso sería atentar contra las libertades de los americanos!

En fin, sería maravilloso que se lo dieran. Se ve muy difícil, pero ojalá. Como sea, a ver quién es el guapo que supera esto del buen Demián. Honor a quien honor merece. Y ya sabemos, salir en todas las películas mexicanas tiene sus privilegios… y sus recompensas.

Obituario: En efecto, ahora el Peje habla como el Papa, pausado, mesurado, lleno de paz… A ver cuánto le dura el teatrito…