miércoles, 16 de mayo de 2012

¿Sin dignidad?

Por todos lados se dice que el regreso del PRI a los pinos significa corrupción, saqueo, tráfico de influencias, sindicatos descompuestos, desempleo y mercado laboral nulo, muertos y desaparecidos, crisis de inseguridad, círculos oficiales corrompidos, fraudes electorales, despensas, acarreos, funcionarios deshonestos, ineficiencia gubernamental, intolerancia y un largo etcétera…

Y yo pregunto, ¿qué no hemos vivido con todo eso durante los últimos años? ¿Qué no la izquierda y la derecha en este país vive con las mismas prácticas? ¿Qué no el giro es tan malo como el colorado? ¿Qué no todos están podridos desde adentro? No se trata de un partido o de otro, no se trata de quién es mejor o menos peor. Está clarísimo que todos están cortados con la misma tijera. Como si hubieran salido del mismo molde…

La solución somos nosotros, la sociedad civil, sin partidos, sin banderas, sin colores… Los que debemos cambiar a este hermoso país somos nosotros…

¿Por qué los mexicanos no protestamos ante las injusticias que nos aquejan a diario? Y me refiero a todo tipo de injusticias. Desde el microbusero que anda en chinga hasta la torpeza ejecutiva, legislativa y federal con que conducen a México. ¿Por qué los mexicanos no salimos a las calles como los egipcios, los tunecinos, los jordanos, los marroquíes y los yemenitas a protestar por el hambre, la pobreza y la corrupción e ineptitud de nuestros gobernantes? Pero protestar en serio, no como el pendejete de Noroña (por cierto “pendejete” es la palabra que más usa el diputado en twitter).

¿Será por la polarización que existe en el país? ¿Será miedo? ¿Será que tenemos mala memoria? ¿Será que estamos muy preocupados por nosotros mismos? ¿Será que la cultura de la evasión le gana a las ganas?

Algunos dirán que México no protesta porque aquí hay libertades y no existe un gobierno estilo Mubarak o Gadaffi. Efectivamente, aquí no hay un concepto dictatorial de gobierno, pero sí tenemos exceso de corrupción, ineptitud e impunidad en la clase gobernante. Y sin duda una partidocracia que mantiene estancado el desarrollo nacional, que prefiere preservar sus privilegios a ser oposición de a deveras, una oposición real. Una oposición que se preocupe en serio.

México, sin embargo, guarda silencio, aguanta. Todos perdemos. ¿Acaso no sería sano protestar? Como dijo el escritor egipcio Alaa Al Aswany: "a través de la revolución un pueblo recupera su dignidad..." Y nosotros debemos repensar en dónde anda la nuestra…

Obituario: ¿Ya vieron el spot de Mario Almada apoyando a Josefina? Échenle ojo, está de antología...


También puedes leer esta columna en http://www.gurupolitico.com/

2 comentarios:

  1. Tristemente somos un pueblo acostumbrado a quejarse y quejarse y hacer "la chillona" pero qué nunca hace nada ni mueve un dedo para cambiar su situación. Siempre esperamos "qué otro lo haga" y saboteamos al qué de verdad trata de hacer algo.

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  2. Tristemente somos un pueblo acostumbrado a quejarse y quejarse y hacer "la chillona" pero qué nunca hace nada ni mueve un dedo para cambiar su situación. Siempre esperamos "qué otro lo haga" y saboteamos al qué de verdad trata de hacer algo.

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