Si el presidente de la república
no puede recordar, o no sabe, o no tiene idea de lo que significa leer un libro,
si confunde títulos y autores y además plagió gran parte de su tesis de
licenciatura, si no hila dos frases, y no es capaz de leer de corridito lo que
le escriben… Si ese es nuestro presidente… ¡¿Qué diablos podemos esperar de sus
secretarios de estado?!
Y para muestra el botón de
Aurelio Nuño, flamante secretario de educación… ¡de educación! Delfín del
presidente y favorito de los medios, guapo, lindo, de finas maneras y siempre
bien vestido. En un acto cívico mencionó repetidas veces la palabra “ler”, así,
sin la segunda “e”. Hasta que una niña de ocho años le pidió el micrófono y lo
corrigió, “no se dice ‘ler’, se dice ‘leer’”. ¡Qué pena con las visitas!
“Yo he leído muchos libros y sé
que leer se pronuncia así”, dijo Andrea, la niña en cuestión, en una entrevista
a sinembargo.mx. Por supuesto el secretario ya la visitó, ya le regaló libros,
como si ella fuera la que los necesitara.
“Te quiero reconocer y te lo
quiero agradecer. Todos tenemos que aprender de nuestros errores, cuando nos
equivocamos, y corregir”, admitió Nuño. “Te lo quiero dejar en reconocimiento a
tu seguridad, a tu frescura, y que hayamos tenido ese episodio, Nos sirvió
mucho, nos reímos, y hay que reconocer a quienes nos hacen ver los errores, y
más de una manera tan educada. Te lo agradezco mucho. Muchísimas gracias”, dijo
el secretario.
Bueno, pues hasta eso, el control
de daños fue rápido, sin embargo, el mal ya está hecho… ¿O estaba hecho desde
antes de Andrea? Vaya usted a saber.
Obituario: Nos estamos llenando
de vengadores anónimos… ¿Héroes o villanos?
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