“Los que convocan a participar
en saqueos no son ciudadanos, son raterillos o porros pagados por el gobierno
para disminuir las protestas contra el #Megagasolinazo”, decía un mensaje que
me llegó por whatsapp hace unos días.
Y ya ven ustedes, las redes y
su inmensa sabiduría que nos empapan de conocimiento y nos dan la luz que
necesitamos para despertar. Ahí, se dice que el único que gana con estos hechos
–los saqueos- es el mismo gobierno que se veía atemorizado por las movilizaciones
contra el aumento a la gasolina, al mismo tiempo le da la posibilidad de sacar
al ejército a las calles, ahora sí, a reprimir, pero no a los delincuentes,
sino a los que luchan, a los activistas, a los hombres de buena voluntad. Según
Twitter y Facebook, el fin, al sacar al ejército a la calle y militarizar al
país, no es terminar con el delincuencia, ni con el saqueo, sino con la
protesta social. Solamente es el prólogo de una lucha más encarnizada y
sangrienta. ¡Maldito gobierno represor!
Teorías hay muchas, pero
detengámonos a pensar un poco… Con todo el malestar social que existe, ¿está el
gobierno federal para patrocinar saqueadores? ¿De verdad le sirve? ¿O quizá le
conviene a alguien más que una bola de ratas infundan y difundan la histeria y
la sicosis? Digo, opositores hay por todos lados. Cualquiera puede armar un
grupito de choque y desvalijar un Oxxo en nombre del pueblo adolorido.
Cualquiera puede reclutar quince Kevins
y diez Bryans para asaltar a la mamá
Lucha mientras gritan consignas contra el mal gobierno. Cualquiera. Entendámonos
bien, a veces los mandan, pero otras veces se mandan solos. Y la ocasión se
pinta calva. Si el río está revuelto los que ganan son los pescadores.
Y otra cosa, los atracos tienen
como fin –según dicen- que se nos olvide el gasolinazo, desviar la atención y
pasar la página. Ajá, sí. ¡Pues cambien de estrategia, porque yo, y seguramente
usted también, amable lector, lo tengo bien presente cada que en el tablero de
mi coche se enciende la luz de reserva!
Obituario: Otra vez tengo fe…
#PorLaNovena
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