Ahí vienen las elecciones
presidenciales. No crea usted que falta tanto. Para diciembre de este año todos
los partidos deben tener a su candidato. Algunos ya están muy cantados, otros
vienen haciendo campaña desde hace 17 años, otros le suspiran y hay quien nada
más la va a ver pasar. Vamos viendo…
Por el PRI: ¿Quién se les
ocurre? Teniendo en cuenta que, pongan a quien pongan, van a perder aquello que
tanto trabajo –y tarjetas de Soriana- les costó ganar. Miguel Ángel Osorio Chong,
en mangas de camisa, haciendo la talacha por todo el país, se perfila como el
sucesor de Francisco Labastida. No veo a nadie más. ¿Videgaray? Pues solo que
postulen a Eduardo, que es muchísimo más simpático que su hermanito mayor.
Por el PAN: Aquí es tan malo el
giro como la colorada. A Ricardo Anaya, con su mood de niño bueno no lo toman en cuenta ni sus hijos. Se la ha
pasado aventando pedradas a todo y a todos. Lo malo es que nadie se las
devuelve. Nadie lo pela. Pobre, quisiera darle un abrazo. Por el otro lado,
Margarita Zavala -con ese nombre de coctel su marido debe ser feliz- es más
gris que un pedazo de metal y más parca que un fideo seco. Además de que trae
encima la sombra de mi Felipe, aquel adalid que tanto bien nos hizo… ¿Debo
decir más?
Por el PRD: Si no es Miguel
Ángel Mancera será Alejandra Barrales… El chiste se cuenta solo.
Y hablando de chistes, allá en
Monterrey hay un señor que también quiere, le gusta que le llamen “el Bronco”. Y
sí, como chiste es bastante gracioso.
Por Morena: Ahí hay muchos y
muy variados personajes que querrían ser la punta de lanza para cambiar el
rumbo de este país. Hombres y mujeres valiosos, que darían su vida por la
causa. Políticos de carrera, estadistas que se comprometen con un principio y
no descansan hasta logarlo… ¡No es cierto! Ahí está Andrés Manuel y su bola de
perros de rancho, esos que gritan y hacen escándalo cuando oyen el primer
ladrido. En Morena está este santo señor que no acepta un "no" por respuesta, aquel
que no permite un desacuerdo. Aquél que manda al diablo a las instituciones y
no acepta sus derrotas. Ese, el que si no estamos con él, estamos en su contra
y somos sus enemigos. Ese aferrado, terco, necio y empecinado. Ese que sigue
haciendo campaña. Ese, que no sabemos de qué vive. Esa especie de Donald Trump
alternativo y tropical. Morena es él, el partido es él. Es el amo, dueño y
señor. Él es el único seguro en la boleta del 2018. No sé los demás, pero
Andrés Manuel López Obrador ya está en la papeleta. Y, la de malas, ya les lleva
mucha ventaja a los que se vayan a apuntar.
¿Por quién votar? No sé
ustedes, pero, por mi parte, ese es tema para otra columna.
Obituario: Yunes ya anda
cazando brujas. Si usted anda en escoba ¡póngase abusado!
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