La mayoría de la gente diría que desea el éxito individual
conectado con la riqueza y con el sueño de salir adelante en la vida.
Cualquiera diría que quiere mejorar social y económicamente, vaya, en todos los
aspectos. Para eso existe la cultura del esfuerzo, esa que se expresa a través
de uno de los valores más notables para alcanzar nuestros objetivos: la
perseverancia. Además, existen otras cualidades que ayudan, como la tenacidad, el
compromiso, la disciplina, la pasión y la vocación. Todo mundo aspira a una
vida mejor, todo mundo. Y el que diga que no, sencillamente está mintiendo. Se
trata de aspirar a un mayor bienestar, a mejores empleos, a mejores ingresos, a procurar y aumentar el patrimonio para la
familia, a imitar y superar la cultura del esfuerzo de quienes nos precedieron. A tener
lo que nuestros padres y abuelos no tuvieron, simplemente, se trata de mejorar,
¿es eso un pecado o un delito?
“Sí, sí sí, hay un sector de la clase media que siempre ha
sido así, muy individualista, que le da la espalda al prójimo, aspiracionista,
que lo que quiere es ser como los de arriba y encaramarse lo más que se pueda
sin escrúpulos morales sin ninguna índole, son partidarios del que no transa no
avanza”, dijo el lunes pasado presidente Andrés Manuel López Obrador.
No tiene nada de malo querer cambiar el orden de las cosas
y querer vivir mejor, ¿o sí?
Testimonios de familiares aseguran que José Obrador -abuelo
de AMLO- cruzó el Atlántico desde Cantabria escondido en un barril de un barco.
Tenía 14 años y llevaba documentación falsa en aquella travesía. Desembarcó en Cuba,
donde trabajó como barrendero y dependiente en una tienda de ultramarinos.
Llegó a México en 1917 para reunirse con dos de sus hermanos… ¡Vaya tipo
aspiracionista, ambicioso e individualista!
El mismo Andrés Manuel nació en el humilde municipio de Macuspana
y hoy es presidente de la República…
Ser “aspiracionista”, es decir, aspirar a tener mejores ingresos, a un mejor nivel de vida, a pertenecer a la clase media, o aún mejor, a la clase alta, es legítimo y admirable, sobre todo cuando se trabaja para ello. Y, por lo general, sí se refleja en mejores condiciones de vida. La clase media mexicana que se prepara y trabaja sí tiene mejores condiciones de vida.
Las personas con más y mejor preparación académica sí
tienen mejores ingresos, lo que seguramente les permite la “evolución social”
que los lleve a la clase media o a la alta, con mejores condiciones de vida.
Así de simple.
Como le dijo Will Smith a su hijo, cuando interpretó a Chris Gardner en la película “En busca de la felicidad”: “Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, ni siquiera yo, ¿ok? Si tienes un sueño tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo te dirán que tú tampoco puedes. Si quieres algo ve a por ello y punto.”
El ser humano tiene en su ser la imperiosa necesidad de
perseguir sus metas cueste lo que cueste, aunque se encuentre dificultades en
el camino o determinadas personas intenten minar su objetivo. El ser humano
tiende a subir, a crecer, a ser mejor, a vivir más cómodamente, a ser feliz. Y
en esa búsqueda se le va la vida misma. Trabajamos todos los días por y para
eso, señor presidente, no se equivoque.
Obituario: Gerardo Fernández Noroña quiere ser presidente en el 2024… El chiste se cuenta solo.
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