Seguramente
se han dado cuenta de que en este bonito país, cualquier
grupo religioso, gremio, asociación, cofradía o congregación, con muchísima facilidad bloquea una calle, una plaza, una avenida o hasta una autopista… Eso sí, armados con piedras, palos, armas punzo-cortantes, bombas
molotov y sabrá Dios qué otras linduras, quesque para “defender su causa”...
Pero
su “causa” afecta a muchos otros que no tienen ni vela en el entierro. Así, usted
se puede quedar seis o siete horas atorado en la autopista del sol y no pasa
nada. ¡NADA! Los señores están luchando por su causa y les vale sorbete a quién
se lleven entre las patas…
Y
es que estos muchachos, hasta donde entiendo, le tienen miedo a prepararse, a actualizarse
y a ser evaluados, eso de la “reforma educativa” no les gusta, no va con ellos.
¡No, no, no y no! Y háganle como quieran…
Ellos,
con el rostro tapado y cara de perro (no
es personal, me refiero a la actitud) se paran muy sabrosos, desafiantes,
retadores y provocadores… Tienen derecho, ¡están defendiendo su causa! ¿Para
qué platicamos si lo podemos arreglar a chingadazos? Y entonces, cuando no hay
más remedio, los desalojan, por la fuerza, pero sin violencia (se oye raro,
pero créanme que sí se puede)…
Ahí
es donde la puerca tuerce el rabo ¡gobierno represor! ¡Golpea a nuestros
maestros! ¡Agrede a los que educan a nuestros hijos! ¡Atenta contra la libertad
de manifestación!
¿Entonces
qué se debe hacer? ¿Dejar que cada quién haga y deshaga a su antojo? ¿Permitir
que le prendan fuego al país? ¿Consentir que jueguen con nuestros espacios
vitales y que no nos dejen, ni a usted, ni a mí, transitar por donde se nos dé
la gana? Que alguien me explique…
Si
truena, le van a chiflar y si no truena también... El cohetero tenía razón…
Hasta donde me enseñaron a mí, los maestros son
esos seres casi heroicos que han hecho lo mejor de esta patria y que me
formaron como un hombre, que me enseñaron a amar, respetar y defender a mi nación,
que orientaron mi conducta y me enseñaron también a amar a mis padres y a vivir
civilizadamente en mi sociedad… (Sí, ajá, sigo siendo un romántico).
Obituario:
Se nos fue la dama de Hierro… De verdad que era dura la señora…
Tienes razón Charly. Así empiezan y terminan desquiciando todo un país, porque ellos saben lo que importa realmente la educación, pero la quieren usar como arma de indoctrinamiento ideológico. Conclusión de la situación: jóvenes que ni estudian ni trabajan, deserción escolar alta, no crean hábitos de estudio y no saben nada ni sirven para nada.
ResponderBorrarHay que pararlos a tiempo!!
Uno de los graves problemas de nuestra Nación es que los medios presentan parcialmente los acontecimientos, hablan de una mala educación por parte de los maestros... pero la educación comienza en casa, los ninis, son producto de un sistema donde la igualdad de oportunidades es tema de campaña, la creación de fuentes de trabajo y mejor calidad de vida son discursos de saliva, los padres de familia por corretear el bolillo, dejan a los hijos creciendo a "la buena de dios", sin bases morales, sin principios y siempre culpando a los maestros que no saben educar a los alumnos y cuando un maestro mete orden... buzonazo a la SEP, y el maestro inmediatamente queda anulado, los chavos ahora son cheleros porque en casa lo viven, eso no lo aprenden en la escuela, los ejemplos de los padres educan... y si no hay ejemplos, pues ahí esta la tv, maravillosos programas educativos como las telenovelas, noticieros llenos de malos ejemplos, anuncios de comida chatarra y una serie de etcéteras que no tienen que ver con el magisterio que solo aspira a que se le respete y se valore su labor dentro de una sociedad mediática, con un sistema de doble moral, un secretario de educación represivo que nada tiene que ver con la educación y un presidente que no conoce la geografía de la nación que dirige... los maestros no tenemos la culpa de los problemas de nuestro país... por favor seamos analíticos y usemos el sentido común... Lic. José Guillermo Herrejón Delgadillo.
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