La raja del peje

De que el tipo es hábil, ni dudarlo. Aprovecha cualquier recoveco para sacar provecho. No deja un solo cabo suelto y siempre busca la oportunidad para lograr su cometido. De cualquier situación saca su raja. Al final no logra alcanzar el gran objetivo, esa meta máxima, pero lo vuelve a intentar, siempre lo vuelve a intentar… No, no es Lio Messi, ese ya decidió no volver con su selección… Hablo, desde luego, de Andrés Manuel, así, sin apellido, dieciséis años de campaña le han servido, por lo menos, para que todo México lo reconozca. Ya forma parte del patrimonio nacional. Sabrá Dios qué haríamos sin él.

AMLO sabe cómo llevar agua para su molino. Y hasta lo que no pensó que fuera a funcionar le sale bien. Sus ingeniosas frases: “no lo tiene ni Obama” y “frijol con gorgojo” se han convertido en referentes esenciales en todo el país para el chiste, la broma, la chunga y la guasa. Él lo sabe, y aunque no tengan sentido ni razón las seguirá explotando por los siglos de los siglos.

El domingo se aventó un par de puntadas preciosas. Primero exigió la renuncia del Secretario de Gobernación y luego pidió al presidente Peña que ya comience con la transición para que en el 2018 todo sea paz y tranquilidad. Claro, siempre y cuando llegue él a la presidencia, solo así habría armonía, solo el pueblo puede salvar al pueblo. 

De verdad que me cae bien, es rete simpático. Como todo buen estadista, como el gran guía que es, el domingo, en la marcha que encabezó, López Obrador preguntó a la gente si se refrendaba el apoyo a los maestros. Por supuesto que todos los presentes contestaron con un sonoro ¡sí! Claro, por una torta, un frutsi, una palanqueta y mi camisetita de Morena yo también grito lo que al señor se le antoje. ¿Frijol con gorgojo? No, aquí no hay de eso, aquí no mentimos, no robamos y no traicionamos al pueblo. Pero eso sí, agrademos la presencia de la gente reunida en el Paseo de la Reforma, refleja el compromiso de la ciudadanía con las causas justas. El chiste se cuenta solo.

Pero no se despeguen amiguitos, que el show de este gran humorista todavía tiene mucha cuerda. Próximamente en tu ciudad.

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En sus marcas...

Faltan dos años para elegir a quien sustituirá a Enrique Peña Nieto, año y medio para que los candidatos en cuestión se acomoden en la raya de salida. Así que de aquí y hasta entonces empezaremos a escuchar nombres y “propuestas” y promesas y planteamientos y el cuento que nos cuentan cada vez que los políticos se interesan en nuestro invaluable voto.

¿Quiénes quieren? Todos. El gobernador de Chiapas -un simpatiquísimo güerito de rancho-, Eruviel con todo y chapitas, Manlio sin su bigote –aunque jure y perjure que no, Rafael Moreno Valle, Silvano, Ricardo Anaya –otro güero de rancho-, “El Bronco”, Gustavo Madero, Jorge Castañeda y hasta Pedro Ferriz… ¡Já! ¡Pedro Ferriz! ¿Quién le dijo a Pedro Ferriz? Pero bueno, ya, seamos serios, de que tiene derecho, tiene derecho. Pero perdón, es un buen chiste.

¿Quiénes de verdad tienen posibilidades? Muy pocos. Por supuesto Andrés Manuel López Obrador, que lleva nada más 16 años en campaña con todo y el cerco informativo que tanto cacarea (imagínense si no lo tuviera), Miguel Ángel Osorio Chong, Aurelio Nuño, Miguel Ángel Mancera (sí, a pesar de cómo tiene a la CDMX) y mi siempre linda, agradable y guapísima Margarita Zavala. No necesito pedirle que se aprenda estos nombres, seguramente ya los conoce y los seguirá viendo hasta en su sopita de letras.

Más de lo mismo, desgraciadamente. Nada nuevo. Gastarán cantidades estratosféricas, nos inundarán de basura visual, auditiva y física y nos tratarán de convencer de que son un sueño hecho realidad y que con la varita mágica que traen debajo de la manga este país podrá cambiar en un tris. ¡Sí, cómo no!

Ahí están mis pronósticos, guarden esta columna y si fallo, que la nación me lo demande…

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Escupir estupideces

El Gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, dice que “a una niña gorda no la quiere nadie”. Sí, ya sé que se refería a las niñas con embarazos no deseados. Pero por favor, que alguien oriente a este señor y lo asesoren antes de que abra su norteña boca. Que alguien le diga que no todo en la vida es escupir estupideces. Eso sí, en un video publicado en YouTube en agosto del 2014, “El Bronco” dijo que no conocía personas delgadas exitosas. “Me di cuenta de que los gordos son los más chingones del mundo”, declaró. “No hay ningún flaco chingón, ni flaca”. Perdón, pero ya no entendí.

Y así quiere llegar al 2018, já. Aunque, pensándolo bien, es así como todos los políticos mexicanos se ponen en la palestra. No recuerdo ninguno que haya llegado con buenas intenciones, con propuestas inteligentes, con un discurso, por lo menos, congruente.

No, ninguno. Desde “Arriba y adelante” hasta “solo el pueblo puede salvar al pueblo” hemos vivido tratando de elegir a quien pueda sacar a este país de su mediocridad y su insuficiencia. No ha sido posible. Estamos en manos de gente infame que solamente saca raja para ellos y para los suyos. Ahí está el pleito que se traen en Veracruz, ahí está AMLO, que nada más lleva 16 años en campaña y que insiste en ser la mejor opción (¿alguien me puede decir qué hizo en la Ciudad de México cuando la gobernó?), ahí tenemos a Miguel Ángel Mancera, que tiene a la ciudad de cabeza, pero seguro estará en la boleta. Los ejemplos son muchos, sobran.

Por eso, no duden ustedes que este señor que presume de ser franco, honesto, caritativo, desprendido y sin compromiso tiene muchas posibilidades de llegar a la contienda por los Pinos. Si Fox, que no necesita descripción, pudo, ¿por qué el llamado “Bronco” no? Total, si se trata de decir estupideces, hasta yo, que las escribo martes y jueves podría llegar. Tampoco lo duden.

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Aventando piedras

Miguel Ángel Yunes ganó va a gobernar Veracruz, y desde la campaña prometió encarcelar al actual mandatario de aquella entidad. No necesito repasar todas y cada una de las cosas de las que lo acusa. No tengo tanto espacio. Sin embargo, Javier Duarte, en una brillante demostración de cómo patean los ahogados, señaló que “Veracruz requiere de altura de miras, no merece ser escenario de rencores y venganzas ajenas a todo capricho y obsesión de cualquier gobernante en turno. No merece ser terreno de venganzas imaginarias, y eso parecer olvidarlo quien hoy agrede y vocifera. Hay quienes tienen un pasado de obsesión y perversiones que tratan de ocultar tras un falso disfraz de vengador justiciero”… Claro que no tiene ninguna autoridad moral para aventar la piedra pero, ¿tendrá razón? Vamos viendo.

La historia de Miguel Ángel Yunes Linares no es la de una blanca palomita. Primero priísta y ahora panista. Tiene una denuncia por el desvío de 159 millones de pesos en la Dirección General del ISSSTE y otra por enriquecimiento ilícito, pues, dicen, tiene múltiples propiedades y cuentas bancarias en el extranjero. Lidya Cacho lo involucró en la red de pederastia que implicó al tristemente célebre gober precioso. Eso sí, fue exonerado.

Un buen día se enojó con el entonces diputado Emilio Chuayffet y le lestregó en la cara que “a diferencia de usted yo soy un hombre en toda la extensión de la palabra, no soy un desviado. Tengo una vida personal de la que me siento orgulloso.” El chiste se cuenta solo.

En 2013 la Procuraduría General de la República identificó vínculos de Yunes Linares al narcotráfico y crimen organizado desde 2001, cuando Vicente Fox Quezada lo hizo Subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana en la Secretaría de Seguridad Pública. 

Yunes Linares fue director general del ISSSTE por imposición de la Maestra Elba Esther Gordillo, sin embargo, no le fue muy leal que digamos. La ex líder sindical del SNTE, denunció la traición del ex funcionario y dijo que "quien es ingrato al que da la mano, pobre de él".

Ese es, a grandes rasgos, el perfil de quien va a gobernar Veracruz, por él votó la mayoría de los jarochos. Allá ellos… 

Obituario: Por favor, que alguien lleve al Tuca Ferreti a una terapia de control de ira. El tipo necesita ayuda urgente.