Los mexicanos nos caracterizamos
por ser solidarios, creativos, caritativos, emprendedores, decididos y casi
perfectos. Somos bien lindos en el entorno laboral, siempre damos lo mejor, no
somos doblemoralinos, tenemos una gran actitud, ayudamos al que lo necesita,
apreciamos nuestros productos, otorgamos reconocimiento al trabajo de nuestros
artesanos, pagando siempre un poco más de lo que nos piden. Reconocemos el
trabajo de todos aquellos que nos dan servicios y dejamos propinas, porque
sabemos que ellos viven de eso. Además, ponemos banderitas en nuestros perfiles
de redes sociales, somos únicos en el mundo, somos mexicanos, #FuerzaMexico.
Pero como dijo Adal Ramones: ¡no
es cierto! Los mexicanos somos envidiosos, celosos, desconfiados, resentidos,
egoístas, groseros, presumidos, comodinos y aprovechados, entre otras muchas
cosas… ¿No me cree? Nada más ponga la direccional en su coche cuando vaya
manejando, ¿verdad que tengo razón? O, si está usted formado en la fila del
banco, adelántese a la ventanilla a preguntar cualquier cosa y espere la reacción
de los que siguen formados. Aclaro, usted solamente va a preguntarle cualquier
cosa al cajero. ¿No? Párese enfrente de cualquier escuela y mire el fantástico
espectáculo que significa el arribo de los alumnos. Papás peleando por un
estacionamiento, autos en doble, y hasta triple fila, mentadas, claxonazos,
empujones y mil linduras más. ¿Sigue sin creerme? Dígame, ¿qué opinión le
merecen Hugo Sánchez y el “Chicharito”? ¡Par de cazagoles presumidos ¿no?! Y no
lo digo yo, lo decía un tipo llamado Octavio Paz, él premio nóbel postulaba que
"pueblo corroído por la sospecha es el mexicano, suspicacia y sospecha
marcan las relaciones sociales entre estos nacionales: La suspicacia es hermana
de la malicia y ambas son servidoras de la envidia."
Ya para terminar, el fin de
semana pasado se registró la volcadura de un tráiler que
transportaba víveres para los damnificados de Oaxaca por el sismo del jueves
anterior, sobre la autopista Puebla-Orizaba y aunque se trataba de ayuda
humanitaria, muchas personas aprovecharon para robarse decenas de botellas de
agua y alimentos enlatados, pues la zona carece de presencia policiaca. Insisto,
con todo y que sabían que era ayuda para los damnificados.
Ya, suficiente, ahí lo
voy a dejar… ¡Viva México! (cualquier cosa que eso signifique).
Obituario: Ricardo
Anaya estará en la boleta del 2018. Tiene la cara, pero es para despistar.
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