El simpatiquísimo diputado Gerardo
Fernández Noroña, quien por cierto me bloqueó de twitter sin motivo aparente, ese
distinguido mexicano que vive luchando por las causas justas desde una sala lounge,
pero VIP, estaba empeñado en que el todavía presidente, Enrique Peña Nieto,
cancelara su mensaje con motivo del sexto informe de gobierno. ¿Por qué? ¡¿Por
qué no?! El sábado, en la cámara de diputados, el señor alegaba le alegaba a la
mesa directiva: "lo único que quiero pedir es que el presidente de la
república hace una reunión en Palacio Nacional y le llama informe. Eso es una
ofensa a esta soberanía porque el informe es a esta representación del pueblo y
quiero pedirle a nombre de esta soberanía, que le pida al presidente que
suspenda esa reunión". Ya tenía su plan ranchero, intervenir e interpelar
a EPN durante el mensaje de este 3 de septiembre. Pobre, nadie le ha dicho que
el mensaje de ayer en Palacio Nacional es eso, un MENSAJE CON MOTIVO DEL
INFORME DE GOBIERNO, no es el “informe” como tal. Obviamente, mi Porfirio Muñoz
Ledo, presidente de la cámara y viejo lobo de miles de mares políticos, lo
cepilló, creo que ni lo volteó a ver.
Entonces decidió agarrar sus
patitas y dirigirse al lugar del evento. Después de varios intentos por entrar
a sentarse para lograr su cometido, el diputado federal por el PT terminó así,
de patitas en la calle porque no lo dejaron pasar. A Fernández Noroña
los elementos del estado mayor presidencial lo condujeron amablemente a la
salida. Claro que armó su show, eso le encanta. Gritó, pataleó, manoteó, se
puso loco. Decía que estaban violentando sus derechos humanos, que lo estaban
agrediendo y que estaban transgrediendo los principios del fuero
constitucional. Gerardito, con la impotencia atravesada, agarró su teléfono,
abrió twitter y escribió: “Fatal que Martí Batres y Porfirio Muñoz Ledo vean la
agresión a un compañero y se queden como si nada pasara”. Después se puso ante
las cámaras, buscó un buen ángulo y acusó a Porfirio Muñoz Ledo de traidor y de
“doblarse frente al poder”. ¡Já!
Ya para terminar el espectáculo
gritó que “lo ofende profundamente” que lo hayan dejado en la calle.
¡Ternurita!
Por favor, que alguien le diga al
diputado Noroña que ya no es necesario que siga exhibiéndose de esa forma, de
veras. Da pena ajena.
Obituario: Angélica Rivera y las
hijas del presidente lloraban durante el mensaje de ayer… Debe doler, ¡lástima
que terminó!
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