En “Goodfellas” (Martin
Scorsese, 1990), una de mis películas favoritas, una banda de mafiosos
neoyorkinos realiza un atraco a Lufthansa y se hinchan de dólares, motivo por
el cual Jimmy Conway (Robert De Niro) les recomienda a todos sus cómplices
mantener un bajo perfil durante un tiempo, no ser escandalosos, ni ostentosos,
no presumir el dinero, ni dar pie a especulaciones policiacas. Sin embargo, en
una reunión privada para festejar el éxito obtenido, todo mundo llega con coche
nuevo, trajes carísimos, abrigos de piel para sus parejas y joyas onerosas.
Obviamente, el personaje de mi Robert De Niro les pone tremendo regaño…
Este fin de semana se casó César
Yáñez, por mucho tiempo vocero y uno de los hombres más cercanos al presidente electo, quien, en
una de esas, le reprochó a su muchacho lo ostentoso de su celebración nupcial… Y que quede
claro que no los estoy acusando de mafiosos, de ladrones, ni muchísimo menos
¿eh? El ejemplo es solamente demostrativo. Y más, por aquello de que “no puede
haber gobierno rico con pueblo pobre”. Vamos viendo...
El señor se casó en Puebla, en
medio de un impresionante operativos seguridad, vallas metálicas y lujos,
también un autobús descapotado para el traslado de los novios. La fastuosa boda
religiosa requirió de invitaciones especiales, se realizó en la capilla del
Rosario de la Iglesia de Santo Domingo, en el centro histórico, además fue oficiada
por el Arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez. Contó con la presencia de lo más
destacado de la clase política nacional. El lugar tenía una vista
de árboles frondosos de donde colgaban montones de velas aromáticas, que luego
se convirtieron en el escenario perfecto para que “Los Ángeles Azules” y “Matute”
amenizaran la fiesta. Sin olvidar las miles de flores para los adornos y el
menú basado en langosta.
Si echamos sumas, es un evento muy
costoso, hasta fifí, diría yo. Digo, no cualquiera contrata a “Los
Ángeles Azules” y a “Matute” para su boda… No cualquiera, es más, muy pocos.
Claro que
las bodas son así, hacen que uno eche la casa por la ventana al momento de
celebrar el amor. Pero yo me pregunto ¿qué estarían diciendo todas esas hordas
que apoyan la austeridad republicana si esta boda hubiera sido de un panista,
un perredista o, peor aún, de un priísta?
Está bien
que somos, mi César, pero hay que ser reservados…
Obituario:
Sergio Mayer… El chiste se cuenta solo.
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