Resulta que Vladimir
Putin se lanzó a “concursar” en “la Voz Rusia”… Uno de los hombres más
poderosos del mundo se despojó por un rato de su investidura de mandatario de
hierro, afinó la garganta, agarró el micrófono, entonó “Blueberry hill” e hizo
voltear a tres sorprendidos jueces. El video ya es viral… Sin embargo, es
montado. Don Vladis nunca fue al concurso, él echó sus gorgoritos (y tocó el
piano) en un evento especial de caridad para recaudar fondos que se realizó en
la capital rusa… Lo aplaudieron, y bien.
El presidente ruso hizo
algo que seguramente disfruta y de lo cual debe estar orgulloso. Tan orgulloso
como lo está de cazar tigres y de volar aviones de combate. Es un hombre de
acción. Todos tenemos un hobby. Y hay que decir que muchos mandatarios
alrededor del mundo se han mostrado practicando las cosas que aman, fuera de
sus responsabilidades como líderes internacionales. Hugo Chávez cantaba
(pinche, pero muy parejo). Evo Morales juega fútbol y reparte rodillazos a sus
rivales en salva sea la parte. Barack Obama practica basquetbol y le atina a la
canasta menos que el Shaq, pero le echa muchas ganas. Bill Clinton toca el
saxofón al más puro estilo de “Encías sangrantes”. Sebastián Piñera vuela
helicópteros y se avienta unos aterrizajes forzosos que dan miedo. Carlos Menem
le aceleraba con singular alegría a un ferrari rojo que levantaba tres Cecilias
Bolocco por cuadra. Salvador Allende no daba una en el ajedrez, pero le
encantaba. Ricardo Lagos jugaba tenis y Michelle Bachelet también canta
horrible.
Aquí, el presidente en
turno no tiene derecho a hacer nada, ¡nada dije! Hace casi un año salieron unas
fotos donde Enrique Peña Nieto aparecía jugando golf y se le fueron al gañote.
Que si es un deporte de ricos, que si el hotel era carísimo, que si los
recursos y que si resulta exclusivo y excesivo. Mal, muy mal. Él debe estar
sentado en su sillón presidencial, rodeado de asesores, pensando, cabildeando,
deliberando y madurando el futuro que el país neceita. Además ¿¡cómo se
atreve!? Claro, el Peje juega beisbol. Y además lo juega en campos terregosos y
con uniformes parchados, para que luzca la jodidez. La austeridad republicana
pues, para que no se oiga tan feo.
Deberíamos ser un poco
más flexibles. Son personas con una responsabilidad enorme, ajá. Pero tienen
tiempos libres, aunque sean pequeños. Y tienen, como usted y como yo, todo el
derecho de disfrutar de aquello que se les antoje. Cada quien ¿no? Total, en
gustos se rompen madres, dicen. Además, ninguna constitución en el mundo dice
que el primer mandatario está impedido de realizar actividades lúdicas que
entorpezcan su desempeño profesional. Por supuesto, si estoy mintiendo, que la
nación me lo demande…
Obituario: “Soy un
admirador del trabajo de Ángel Aguirre”, dijo en su discurso Rogelio Ortega,
gobernador interino de Guerrero. ¡Ay, mi Roger, nada más regando el tepache
(más)!
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