jueves, 26 de febrero de 2015

El imbécil de Donald



Don Donald Trump –de sobra conocido por su inmesa fortuna− no sólo llamó "ridículo" el triunfo del mexicano Alejandro González Iñárritu en los Oscar, también dijo que la situación de nuestro país es ridícula, sumamente corrupta y que nadie debería hacer negocios aquí. Ajá, el tocayo del pato más famoso del mundo estaba muy enojado… 

Trump es conservador, él le estaba echando porras a Clint Eastwood, a Bradley Cooper y a su “American Sniper”. Los valores patriotas estadounidenses por encima de todo, las barras y las estrellas protegiendo al mundo de la maldad que amenaza someterlo. El policía universal listo para salvaguardar los derechos de la humanidad… Sí, ajá, pero este señor nunca esperó que mi Negro y su Birdman se llevaran la noche.

Por lo tanto, rojo de coraje, ira, rabia e irritación, arremetió contra su amado vecino del sur: “Fue una gran noche para México, como siempre. Este país, ya sabes, todo esto es ridículo”. Y del director laureado dijo: “Este tipo no paraba de subir y subir y subir. ¿Qué está haciendo? ¿Se va a marchar con todo el oro? ¿Tan buena es (la película)? Yo no he escuchado eso”. Pues no, imbécil, desde luego que no la ha visto.

Y las redes sociales se soltaron el pelo y se le fueron directo al peluquín al millonario en cuestión… Desde luego es bien sabido que México es un  país harto corrupto, ¡Por Dios! Que nos diga algo que no sepamos. Ni cómo discutirle, eso hasta en el Vaticano es noticia. Su ignorancia y estupidez es tan grande como su fortuna, lo peor que puede hacer es criticar algo sin siquiera saber lo que está criticando, ardido a más no poder. 

Por eso, cito a mis amigos de Molotov, álbum “Dance and dense denso”, track 6, que a la letra dice:

“¡No me digas beaner, mister puñetero, te sacaré un susto por racista y culero!¡ No me llames frijolero, pinche gringo puñetero!”

¿Ahora entienden el chiste de Sean Penn? Describe perfectamente a personas como el multimillonario Donald Trump…

Obituario: Dice el PRD que nos faltan 22mil, ajá, por lo menos 43 desaparecieron en uno de sus gobiernos…

martes, 24 de febrero de 2015

El discurso del Negro



“Rezo porque podamos encontrar y construir el gobierno que nos merecemos”, dijo Alejandro González Iñarritu el domingo por la noche, ante unos 43 millones de espectadores en todo el mundo… Buen momento para que el planeta entero volteé a ver que algo en México no anda bien…

El speech no le debió caer nada en gracia al gobierno mexicano. De hecho el PRI respondió en su cuenta de Twitter: “Coincidiendo en el orgullo mexicano, es un hecho que más que merecerlo, estamos construyendo un mejor gobierno. Felicidades González Iñárritu”. Tu opinión nos viene guanga ¿no? ¡Vaya cinismo!

Este tipo de artistas, al poner el dedo en la llaga, le dan una marquesina a nuestro país y el mundo voltea. Si de por sí ya están muy atentos con lo que nos pasa todos los días, esto hace que la atención se fije aún más…

Esas palabras y el triunfo de un mexicano que no reniega de serlo, fueron recibidas con un estallido de orgullo. ¡Qué bueno que dijo lo que dijo y donde lo dijo! México lleva meses hundido en una crisis de confianza. La tragedia de Iguala resucitó demonios que muchos creían conjurados. La raquítica economía y los escándalos que han golpeado al gobierno de Peña Nieto han avivado el desconcierto. Es tiempo de que algo pase. Algo más.

Y los mexicanos festejamos –así somos−. Siempre pasa cuando un compatriota gana algún premio muy reconocido.

Muchos hasta habrán gritado de la emoción, no se hagan. Quizá hasta hubo lágrimas, total, últimamente todos somos amigos del Negro, lo conocemos desde que nos hablaba al oído en WFM –la de a de veras, no la porquería que es ahorita−, y nos da gusto saber que los sueños se cumplen, que con trabajo y perseverancia se alcanzan los objetivos, aunque sea en otras latitudes. Porque es una pena saber que muchos se han visto obligados a salir del país para encontrar un mejor futuro y ser exitosos.

Por eso, la oración con que comienza esta columna ya está impresa en la mente de muchos mexicanos que todos los días rezamos para que este país mejore. Porque se lo merece, porque todos lo merecemos. Necesitamos que gobierno y gobernantes estén al servicio de los que hacemos que este México medio camine. Que no solamente estén a la orden de los cuates, compadres o amigos. 

¡Enhorabuena mi Negro! –Ya saben, entre estrellas el trato es así− ¡Dale un abrazo al mamón de Sean…

Obituario: “Están traicionando al PRD, han tomado decisiones que dañan al partido”. Palabras inmortales del Profesor Bejarano… ¿No es una joya?

martes, 17 de febrero de 2015

Oscar 2015




Porque a mí también me encanta el cine, porque me emocionan los premios, porque estaré pendiente, porque todo mundo opina por todos lados y porque yo también quiero emitir mi juicio. Así que valiéndome gorro me pongo el traje de crítico y les dejo mis predicciones para la octogésima séptima entrega de los premios de la Academia de ciencias y artes cinematográficas de Estados Unidos, mejor conocida como el “Oscar”.

Voy:

MEJOR PELÍCULA: Boyhood.

Doce años de filmación son el mejor motivo para que la Academia (a la que le encanta el drama) premie tal esfuerzo. Será un galardón a la paciencia. No es la mejor película, pero va a ser ¿sí me expliqué? Lo siento Negro (ya entre brothers el trato es así), tu triunfo está en otro lado.

MEJOR ACTOR: Michael Keaton.

El señor Keaton hizo una maravillosa ejecución en Birdman, además, a los miembros de la Academia les encantan los regresos. Éste hombre resurge de sus cenizas y se manda una actuación simplemente soberbia. Badley Cooper se quedará con las ganas, con todo y que su trabajo en American Sniper está para ganar la estatuilla. 

MEJOR ACTRIZ: Julianne Moore.

El Oscar de mejor actriz ya tiene el nombre de Julianne Moore grabado. Es completamente improbable que la aplaudida actriz no suba a recibir la dorada estatuilla por Still Alice. Su interpretación de una lingüista con Alzheimer conmueve hasta la médula a cualquiera. 

MEJOR DIRECTOR: Alejandro G. Iñárritu (así, sin “onzález”, lo siento, en Hollywood las formas son las formas)

¡Este es tu momento mi Negro! Sí, es cierto, el trabajo de Richard Linklater en Boyhood es increíble ¡Filmar una película en 12 años! Pero definitivamente Birdman es moderna, innovadora y muy  inteligente. Así que el trabajo de Alex (les digo que somos brothers) es digno de admiración.

MEJOR ACTOR DE REPARTO: J. K. Simmons.

Otro premio que sin duda ya tiene dueño. No es necesario poner en tela de juicio esta categoría. La excelente ejecución del actor de 60 años en Whiplash será premiada con el Oscar. Pero no me hagan caso y vean la película.

MEJOR ACTRIZ DE REPARTO: Patricia Arquette.

Patricia Arquette lleva toda la temporada de premios ganando esta categoría por su actuación en Boyhood, así que supongo que sucederá lo mismo en el Oscar ¡Lo siento Merryl! 

MEJOR GUIÓN ORIGINAL: El gran hotel Budapest.

No voy a decir más, por favor vean la película, es una joya de principio a fin. El guión no tiene un centímetro de desperdicio…

MEJOR GUIÓN ADAPTADO: Whiplash.

“Whiplash” se traduce como “latigazo”, y eso exactamente es esta cinta. Un encantador chingadazo que nos pega una tremenda sacudida.  

En cuanto Martín Hernández y la edición de sonido, aunque el trabajo del gordo (también es mi brother) es fenomenal, creo que esta categoría la va a ganar American Sniper.

Y por supuesto el “Chivo” Lubezky se llevará otro Oscar por su fotografía en Birdman, por segundo año consecutivo, trabajando con un director mexicano, ¡eso chingao!

Ahí está mi quiniela, se aceptan apuestas… Ya veremos los resultados este domingo 22.

Obituario: Marcelo se quedó sin su pluri, ¡pobrecito!

jueves, 12 de febrero de 2015

El brillo del Sol



El sábado pasado Luis Miguel dejó plantados a los yucatecos. Se dijeron mil cosas, sabrá Dios cuáles son ciertas. Hoy continúa su temporada en el auditorio nacional de la Ciudad de México. Supongo que ahí sí se va a presentar. Tarde, como siempre, pero sin sueño.

Y el sol, ya sabemos, no hace demasiado esfuerzo, sabe que es un ídolo, está consciente de cuánto lo quieren y cumple, así, a secas. Canta lo que debe cantar y baila un poquito, sonríe para más de 10,000 personas y entonces se viene la locura. En la ropa no se le ve una sola arruga, en la cara ya se le aprecian varias y en el cuerpo… Bueno, el cuerpo después de los cuarenta ya no es el mismo.

El lugar ha estado repleto, a reventar, Luis Miguel está festejando 33 años de carrera y su tour no puede llamarse de otra forma: “Deja vú”. Su éxito es impactante…

Y es impactante porque sigue siendo lo mismo, no cambia, no hay producción, parece un concierto de cualquier gira pasada. De cualquier gira pasada en los últimos veinte años.
Sin embargo, como la gente lo adora, el sol se da lujos que se le permiten a muy pocos: sale a cantar muy retrasado (casi una hora), no cambia el repertorio, se sigue peleando con el audífono, está muy pendiente del ingeniero de sonido y casi ni voltea a ver a la gente que se está volviendo loca por verlo de cerca, oírlo cantar y verlo medio bailar… Algunas rolas de sus primeros años, boleros y rancheras, nada del otro mundo (eso sí, su voz es extraordinaria, es un gran cantante). No se ve entusiasmado, más bien está como aburrido, aunque a veces como que se contagia de los gritos y la euforia de las butacas… Once músicos, una corista y trece mariachis son suficientes para complacer a un público muy poco exigente.

"Gracias por estar conmigo, es un placer y gracias por acompañarme en estos 33 años de carrera, donde me han brindado su cariño". Ajá, no dijo nada más.

Pero a los fans no les importa, le aplauden todo, bailan, cantan, gritan… Luis Miguel es una estrella, tiene muchísimo talento y carisma, pero se encuentra en una zona de confort que la da para tirar la hueva de manera muy descarada. Y subir de peso a lo güey. Aunque ¿a quién le importa? Mientras le paguen un millón de dólares por presentación lo demás sale sobrando ¿o no?

P.D. Esta columna pudo haber sido escrita hace dos  o tres o diez o veinte años. Y seguirá vigente mientras ustedes (y yo) sigan aplaudiendo.

Obituario: Maestros, por favor, ¡no se vayan de reforma! Su presencia ahí nos hace muy felices a todos.