Ya comenzaron, por todos lados,
a todas horas vemos y escuchamos los spots de campaña de todos los partidos
políticos… Bien creativos ellos.
Raúl Araiza y Galilea Montijo nos
venden al verde y todos sus maravillosos resultados (buenos, ellos venden lo
que se deje), el PRI es una cosa preciosa (claro, lo estamos viendo), el PRD se
queja de que todo en este país sigue igual (ajá, sí, ellos son blancas palomas),
el PAN exige que cambiemos (pero ellos no cambiaron nada), el Peje y su MORENA
nos invitan a salvar a México (el chiste se cuenta solo), Encuentro Social y
Alejandro Camacho solicitan candidatos (y creo que ya van dos, incluido él), el
Partido Humanista no quiere gastar en anuncios caros (y nosotros nos chupamos el
dedo), el PT… ¿el PT? (¿el PT?), Movimiento Ciudadano no es lo mismo (pero es
igualito) y Nueva Alianza, ¡a huevo! (chale).
Muy bien, y apenas empiezan. El
bombardeo va a ser admirable. Ahora los números. ¿Ya? Agárrese, querido lector.
El botín (no le podemos llamar
de otra forma) asciende a un total de 5,356 millones 771,247 pesos. La
cantidad incluye dinero para actividades ordinarias (3,909.5 millones de
pesos), para gastos de campaña (1,172.8 millones de pesos), para actividades
específicas como educación cívica e investigación (117.2 millones de pesos),
para franquicias postales (156.3 millones de pesos) y para franquicias
telegráficas (693,000 pesos).
¿Y para qué? Pues para que
usted y yo conozcamos propuestas, programas y plataformas electorales. Para
conocer y elegir a nuestros gobernantes. Para tomar una buena decisión y para
ejercer nuestro derecho al voto y así nombrar al más apto, al mejor.
De verdad, ¿a quién le sirve
tanta basura? Porque eso es, pura basura. Basura en los postes y en los puentes,
basura con caras sonrientes que nos ofrecen un mundo mejor para toda la
eternidad. Basura visual y auditiva, en la tele y en el radio, todo el día, son
11.5 millones de impactos que además no son malos, son malísimos y que no nos
dicen nada. Basura en volantes que nadie lee y que terminan tirados en la
calle, donde pertenecen, porque son basura.
¡Dios bendiga las elecciones y
el gasto que representan! ¡Cuánto descaro! ¡Cuánta desfachatez! ¡Cuánta lana
para aventar pa´rriba! ¡Esto es el paraíso! ¡Ay México lindo y querido, no te
mueras nunca!
Obituario: “El artista Luis
Miguel simple y sencillamente se metió a su cuarto, pidió botellas de alcohol y
se está emborrachando en su cuarto. Está emborrachándose y drogándose, esa es
la verdad”. ¡Ups!
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