Los civiles, esos, los que no
tienen vela en ningún entierro, no tienen porqué morir sin razón alguna... Así
sean sirios, franceses, venezolanos, colombianos, camboyanos, vietnamitas,
sudafricanos, españoles, estadounidenses, mexicanos, da lo mismo… Los civiles
no tienen qué pagar por los ideales políticos y/o religiosos de algunos idiotas
con poder que sólo defienden los intereses propios. Y mucho menos meterse entre las patas de los
fanáticos religiosos extremistas que matan a los que piensan diferente. Nada
más porque sí.
A mí no me alegra ninguna
matanza, por mínima que sea, en ningún lugar del mundo, al contrario, me
entristece muchísimo saber que los inocentes mueren injustamente. Pero en definitiva
es mucho más desconsolador vivir en un mundo tan hipócrita donde algunos tienen
el atrevimiento de ponerle más valor a una vida que a otra. Una vida no vale
más por el lugar de origen, una vida es una vida en cualquier parte del mundo.
Los orientales y los occidentales son igualitos, son inocentes que nada tienen
que ver con la lucha por el poder y por el dinero que a tantos tiene totalmente
cegados.
Lamentable, devastador y denigrante es ver
cómo la palabra humanidad no tiene ya
nada qué ver con lo que somos como raza.
Ah, porque hay personas que se
ofenden porque otros sienten compasión por lo sucedido en Francia. Se enojan de
veras. Esas actitudes hablan perfectamente de la doble moral y de la sordidez
humana. Otros, casual, tuitean que están comiendo en un rincón francés para abrazar
desde lejos la tragedia… ¿Así o más ridículos?
Por eso todos somos y debemos
ser Siria, Irak, París, Beirut, Afganistán, Pakistán, Michoacán, Venezuela, Guerrero
y todos los lugares donde exista sufrimiento. Así, igualitos, la geografía
solamente es una referencia. Dios nos agarre confesados…
Obituario: Chikungunya, haz que huya… No sé quién fue, pero ¡vaya genio!
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