De entrada no pagaría
impuestos, sería un líder supremo, viviría en los Alpes suizos, ganaría 3, 300
millones de euros al año, si un día me aburro de los helvéticos tendría otros
208 países como opción para vivir. Haría el mundial donde se me antojara, o se
lo daría al que le ponga más quintos al piano. Por supuesto me perpetuaría en
el cargo, ganando las elecciones claro. Siempre hay modos, maquiavélicos, pero
el fin justifica los medios. No, dictador no, sería una especie de AMLO, pero
en el primer mundo, en las grandes ligas.
Tendría unos cuantos enemigos,
pero serían cosa menor, unos cuantas advertencias, seguidas de un par de
ofertas que no puedan rechazar y listo. No pasaría a mayores. Eso sí, me haría
un homenaje cada cinco años, para recordarle al mundo la trascendencia de mi
gestión. Sería generoso, haría lindos regalos. Los afiliados pobres no tienen
dinero, pero tienen voto, eso ayuda mucho. Habría que meterlos a jugar un bonito
cuadrangular.
Nada de hablar con Maradona,
que me lleven a Pelé. Cristiano tampoco sería santo de mi devoción, el bajo
perfil del chaparrito me haría menos sombra. Aquí el que brillaría sería
siempre yo.
A mi alrededor puros brothers, si nunca patearon una pelota
no importa, lo que vale son los privilegios, asesores especializados, acólitos del poder. Que me digan que sí a
todo lo que yo diga. Puros besamanos. ¡Qué bonito suena!
Pero luego vendría el FBI y
destaparía todos los enjuagues, la corrupción, los sobornos, la putrefacción. Los
ojos del mundo estarían sobre mi cabeza, y no por el fútbol. Se irían los
patrocinadores, la lana, el mundo se me vendría encima. Todos y todo se
volvería en mi contra. Claro, yo pediría licencia por unos meses, luego
volvería con más fuerza… ¿Pero si el escándalo sigue? Segurito pierdo todo, por
ambicioso e insaciable. Y hasta voy a dar al tanque. Ya ven lo que le pasó a mi
Elba Esther. No, esto es demasiada tensión, no se puede vivir así. Capaz que
acabo como Joseph Blatter. Tirado en la cama de un hospital, saturado de
estrés, porque ya no quiere queso, sino salirse de la ratonera.
Obituario: Ándale Andrés, ve a
presentarles tu proyecto de aeropuerto, como sea, se va a ir a la basura…
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