Después de un gran esfuerzo,
después de luchar contra todo y contra todos, después de dar una dura batalla
sin cuartel, Guillermo Cienfuegos, mejor conocido como Lagrimita, quedó fuera
del proceso electoral 2015. Así es, a mi payaso favorito le negaron la
candidatura y, con una patada en las pompis, le borraron de tajo su sueño de
una Guadalajara mejor.
Mi Lagrimita se quedó a
casi mil firmas para lograr su registro. La perla tapatía se quedó muy triste,
tanto, que derramó una lagrimita.
Pero vayamos por partes. El
aspirante, suspirante y ahora sollozante presentó 27,919 firmas, de las cuales
1,465 fueron repetidas; 341 dados de baja en el padrón; 1,479 registros no
fueron encontrados; 769 no presentaron credencial de elector; 151 no
corresponden al estado de Jalisco y 815 son de otro municipio; por lo que sólo
22,899 son válidas para considerarlas como apoyo a don Memo.
El padrón de Guadalajara tiene
1,194,367 personas, por lo que el 2% equivale a 23,887 ciudadanos, es decir le hicieron
falta 988 firmas para alcanzar la meta. ¡Uf! ¡Casi!
Pero esto no se va a quedar
así, Lagrimita, con su voz chillona y en su tono característico, dijo que
tomará las medidas necesarias para darle vuelta a esto: "Creo injusta mi
descalificación y por supuesto que mi representante legal tomará las medidas
necesarias para revertir legalmente la decisión". ¡Qué lindas palabras!
¿Ya las habrá dicho alguien en estos últimos días? La batalla apenas comienza,
agárrate MVS… Ah, no, esa es harina de otro costel.
Además agregó que ya no cree en
las autoridades electorales por "tramposos, chapuceros y chismosos" y
dijo que los candidatos de los partidos políticos "se pusieron de
acuerdo" para dejarlo fuera. También expresó su firme intención de
acusarlos a todos con su mamá.
Así, vaya usted a saber si lo
sacaron a la mala del circo, si de verdad los muertos apoyan la candidatura del
payasito, o si de plano la mafia del poder no quiere más bufones en su coliseo.
Pero no importa, todavía nos
queda el Cuauh, Carmelita Salinas, Alejandro Camacho y muchos otros mexicanos
verdaderamente preocupados por hacer de esta pista política un espectáculo a la
altura de cualquier show quintopatiero de tercer mundo…
Obituario: Korenfeld, en su
helicóptero, va que vuela… para quedarse sin chamba.
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