¿Propuestas? ¿Para qué? Vale más vivir la vida
política calumniando, atacando y denigrando al opositor. Eso es más divertido
que andar proponiendo plataformas políticas y planes de gobierno, ¡qué güeva!
A eso súmele usted que a finales del año
pasado la Suprema Corte de Justicia de esta bonita Nación determinó que los partidos políticos pueden
atacarse mutuamente y denigrar, en su propaganda, a sus adversarios o a las instituciones,
como parte de la libertad de expresión garantizada por la Constitución. Y no, no es broma. Según nuestros brillantes
magistrados la propaganda política o electoral que denigre las instituciones o
los partidos políticos no ataca la moral per se, la vida privada o los derechos
de terceros, ni provoca algún delito, ni perturba el orden público.
Muy bien, dado el
precioso charco de lodo, los cerdos se atascan y se regodean. No necesito citar
ejemplos ¿o sí?
¿Se supone que mentándole la madre al de
enfrente van a ganar simpatizantes? Esas estúpidas campañas negativas al final
resultan negativas para ellos. Pero son tan imbéciles que ni siquiera se dan
cuenta, o no les importa.
¿Exponer en campaña programas de acciones
concretas para solventar las necesidades de la ciudadanía? Já, suena bien, ¿con
qué se come?
Y nosotros, a través del INE llenándole los
bolsillos a la runfla de babosos que creen que diciendo groserías en sus spots
van a lograr que votemos por ellos. “¡A huevo! Yo sí me rompo la madre, son
chingaderas.” Qué pobreza de conceptos. Pero no importa, aquí lo relevante es
despotricar en contra de lo que se pueda. Más mierda en el ventilador. A
alguien le quedará el saco.
Los que salimos perdiendo somos nosotros, que
nos los chutamos todos los días, a toda hora, por todos lados. No hay para
dónde hacerse. Lástima.
¿Propuestas? No, gracias, así estamos bien.
Obituario: AMLO asegura que
sólo aceptara resultados de estas elecciones "si no hay fraude"… ¡Ay,
ya por Dios!
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