Y entonces le bajas la
luna, las estrellas, el cielo entero, le das el alma y el corazón. Le ofreces cada día y cada noche… Y ella,
simplemente, te mata la sonrisa y las ilusiones, sencillamente te dice que no,
que te quiere como amigo, que así es mejor para los dos. ¡Batazo seco y de
vuelta entera directamente hasta la llamada “friend
zone”!
Es la historia de
Marcelo, un tipo bien plantado, de ojos profundamente azules que se esconden
detrás de unas elegantes gafas. Cuando habla parece que fuera un bubble head, pero lo hace con una
elocuencia digna de cualquier mandatario de primer mundo (no por nada, en el
2010, fue distinguido como el “mejor alcalde del mundo”).
A Marcelo siempre lo
dejan de lado, no lo quieren en los primeros planos. En el 2012 tuvo que
pagarle un favor a un viejo amigo (más viejo que amigo) que quería ser
candidato, otra vez. Él, como buen tipo, agradecido, que es, dio un paso al
costado y apoyó desde su trinchera. El amigo perdió la carrera presidencial y
dejó de ser su amigo. Ya saben, si no estamos con él somos sus enemigos. Cuento
de nunca acabar.
A principios de año
Marcelito quería ser diputado, deshojaba la margarita, tenía opciones, quizá su
ex amigo o su PRD le darían esa oportunidad. No se la dieron, agarró sus
canicas, les gritoneó su odio y se fue a coquetear con el movimiento ciudadano.
Ellos sí que cumplen sus promesas. Ahí lo apapacharon, lo mimaron y juntos
sonrieron en montones de spots divinos. Ahora sería feliz. “Tal vez tú hubieras
votado por mí para presidente. Vota ahora por el águila naranja de Movimiento
Ciudadano. Tú nos pones y tú nos quitas”, decía muy contento en un spot. Pero la mafia del poder se cansó de Andrés y
apuntó sus baterías hacia mi Chelo. Le
revocaron su candidatura alegando que participó en dos procesos internos, PRD y
MC. No le quedó otra más que decir lo que todos dicen en esas circunstancias,
algo más o menos como que eso no se quedará así, o que van a ver con su mamá…
Ahora Marcelo, con sus
sueños fallidos bajo el brazo, su deseo de venganza y su moral deshecha, agarró
un avión y se fue a París. Total, las penas en francés son menos… Supongo que
fue a agarrar valor, porque ya no tendrá fuero para enfrentar un proceso por
presunto desfalco de 45 mil millones de pesos en la flameante y funcional línea
12 del Metro cuando era Jefe de gobierno en el ya casi extinto Distrito
Federal…
Obituario: Carlitos y
Emilito ya son amigos otra vez, ¡y todos nos regocijamos!
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