Les voy a dar un nombre: Aurelio
Nuño. Quizá ya lo hayan escuchado, sobre todo en los últimos días. Está en
todos lados, nos lo están metiendo con calzador, es el hombre, es el claro
favorito de Los Pinos para llevarse la candidatura del PRI a la Presidencia
2018, tiene todo el apoyo político y todo el presupuesto de la Secretaría de
Educación Pública. Ah, y también tiene un gran pretexto para estar en las
marquesinas…
Es el salvador, el redentor y el reformador de la educación en
México, tiene la fuerza y piensa usarla. Los maestros deberán temerle, Aurelio,
con la ley en la mano va a someterlos. ¡Sí señor!
Fuerte, firme y decidido, ajá,
pero gris, sumamente gris. No comunica ni la hora. Si llega a la candidatura
tendrá enfrente a un conjunto de fieras que, con todo y el aparato tricolor, se
lo pueden comer vivo. Tienen tres años para prepararlo, para que sonría, para
que se llene las manos de mugrita, para sacarle el mayor jugo posible. Todavía
se puede.
Mientras, Andrés Manuel López Obrador,
Margarita Zavala, Jaime Rodríguez (ese al que le dicen el “Bronco”), Miguel
Ángel Mancera y muchos más se prepararan en el gimnasio para estar en la mejor
forma posible para cuando empiecen los cocolazos.
Aurelio Nuño tiene el mejor
gym, los mejores aparatos, el mejor equipo de entrenadores. Lástima que él sea
un peso mini mosca.
Obituario: Memo no entiende…
Casi se la aplican otra vez.
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