La madrugada del domingo
pasado, después de una interesante sesión de boliche, me encontraba muy tranquilo leyendo cuando me
llegó la nota (vía una linda app de noticias): “El Chapo Guzmán se fuga del
penal del Altiplano”. Al principio pensé que era un deja vú, o que la app estaba
loca, eso pasó hace mucho tiempo. Entonces recurrí al tan bien amado twitter.
Ahí no confirmé la noticia, pero la locura ya estaba desatada. Entonces era
tiempo de echarse un clavado al mar de lo surreal… Memes, chistes, gracejos,
conjeturas, genios en criminalística y toda una flora y fauna capaz de lo
inimaginable.
Como inimaginable es el guión
que todos los días escribe este país. Un narco poderoso, muy famoso, en algunos
lugares hasta adorado. Lo atrapan y lo encierran. Pero se escapa. Entonces lo vuelven
a buscar, lo vuelven a atrapar y lo vuelven a encerrar… ¡Pero se vuelve a
escapar!
¡Lo volvió a hacer! Qué Frank
Morris, ni qué Papillón, ni qué Dillinger. Puro aprendiz. Este caballero
sinaloense ya lleva dos ¿penales de máxima seguridad? en su cuenta particular.
Y si lo vuelven a torcer él se vuelve a salir. Eso sí, sale riendo a
carcajadas, burlándose de todo lo que se pueda burlar. Del presidente para
abajo y de mí y de usted para arriba.
Los pretextos de las
autoridades son de risa loca. “No, la verdad nunca supimos del túnel”, “La
cámara de la regadera tenía un punto ciego”. ¡Por Dios! Seguramente Don Chapo
pidió que no le pudieran ver el tilín. “Pero ya estamos trabajando en la
investigación”, ¿y para qué una investigación si el tipo ya se fue? ¿Qué
importa si se fue por un túnel o en avión o en triciclo? Deben trabajar en
agarrarlo ya, cuanto antes. No hacerlo solo aumentará esta vergüenza.
La verdad damos risa, en la
comunidad internacional somos la comidilla. No damos una. México se distingue
por la torpeza de sus mandatarios y por la pasividad de sus ciudadanos. Pero
nos da igual, no pasa nada, la cosa es reírnos de nuestra desgracia. Agarrar
las redes sociales y pasar un buen rato viendo y creando memes. Es que son muy
chistosos ¿no? En fin, Joaquín Guzmán 2, el Estado mexicano 0.
Obituario: ¿Invitarán otra vez
a conocido reportero−conductor a pasearse por el túnel en cuestión? “Sí, mire
usted, por aquí se detuvo porque ya no aguantaba la risa”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario