jueves, 20 de diciembre de 2012

El más guapo...


Cuando iba en la prepa, un par de amigos míos discutían muy seguido acerca de la existencia o no de Jesús de Nazaret… La discusión, desde luego, era infructuosa; la conclusión inexistente…

A mí, de verdad, nunca me importaron sus opiniones, yo sé lo que pienso y lo que siento (cada quién debería hacer lo mismo). Ya lo dijo la desiderata: “debes estar bien con Dios, cualquiera que sea tu idea de Él”…

Eso sí, existen pruebas fehacientes, no bíblicas, ni religiosas, que demuestran su existencia histórica… La alusión directa más antigua es de Flavio Josefo, el historiador judío más reconocido. En sus Antigüedades judías menciona en un par de párrafos a quien, dicen, era el “Cristo”. No aporta información sustancial para conocer la vida o el mensaje de Jesús de Nazaret, pero sirve, sin duda, para documentar su existencia histórica…

Siempre he defendido que no importa en realidad quién era ese Jesús, si de verdad estuvo en este mundo o no. Si fue un invento del catolicismo o si es todo una mentira armada a base del culto de adoración a Dios. No es relevante saber si fue el primer hippie que pisó esta tierra, si solamente era un loco con ideas chifladas o si era el mesías que los judíos esperaban para librarse del yugo romano. No importa si era hijo de Dios o si solamente se lo creía. No importa si fue un teo-megalómano histeroide (¿qué tal las palabras domingueras?) o un ser detestable que se convirtió en Dios. No importa si era el enviado del cielo o no… No, eso no importa. Lo importante es su mensaje, ahí se encierra todo el asunto, pero ¿qué creen? Ese no es mi punto hoy…

Mi punto es que, a pesar de todo lo anterior, y estemos del lado que estemos, este señor partió la historia del mundo en dos, antes y después de Él… Y yo quiero ver al guapo que se aviente ese trompo a la uña…

Obituario: Algunas veces, las cosas más reales en este mundo son las que no podemos ver...