martes, 23 de diciembre de 2014

Distinguido delegado



La camioneta Jeep Cherokee, placas 588-ZVH, que en la madrugada del miércoles pasado chocó el intachable jefe delegacional de Iztapalapa, Jesús Valencia, pertenece a uno de sus proveedores, a quien se le han adjudicado diversos contratos para obras y servicios, entre ellos uno del orden de 48 millones de pesos. ¡Háganme el favor!

Eso sí, el funcionario explicó que la unidad, que cuesta casi un millón de pesos se la prestó su amigo Luis Molleda, uno de los “muchos proveedores” de la demarcación.

“Nosotros tenemos un círculo cercano con políticos, empresarios, vecinos, con quienes nos movemos y hacemos amistad. Uno de ellos es él. La otra sería decir no, no es cierto, pero es mi cuate, lo conozco desde hace muchos años. Le dije préstamela, para ver si cambio la mía. Me la presta un fin de semana y la choco”, explicó mi Chucho. 

Claro, antes ya había manifestado que venía texteando. No, que venía medio “cruzado” porque se tomó unas medicinas que le hicieron circo. No, tampoco, que se andaba durmiendo por culpa del ativán que se tomó. No, tampoco, que se sentía mal y le urgía llegar a casa (en el Pedregal, claro, ¿a poco creían que vive en Iztapalapa? ¡Por Dios!)

Ah no, pero la camioneta sí es suya, nada más que la está pagando, aunque no especificó cómo, ni a quién. La trocota está registrada como propiedad de un contratista con domicilio en el número 909 de Canal Nacional, en la colonia CTM Culhuacán, delegación Coyoacán. Aunque si buscan ese domicilio en los mapas de Google simplemente no existe. Yo vivo por ahí y no, no existe.

En fin, Un caso más de corrupción. Mancera guarda silencio y lo reduce a un asunto personal. Navarrete, presidente del PRD, se hace de la vista gorda. El país en crisis, los políticos sin credibilidad. El Delegado tiene que dar una explicación. Pero una explicación convincente.

Obituario: ¿Cuál es la diferencia entre recibir una casa blanca y una camionetita?
El sapo. Porque ya saben, según el sapo, es la pedrada.

martes, 16 de diciembre de 2014

Pan, circo ¡y arriba el América!



Se le llama “caja china”, cuando se abre, dentro de ella hay otra caja más pequeña, dentro de la cual hay una más chiquita, y así sucesivamente, quien las está abriendo se olvida del objetivo principal, que era saber qué diablos había en la primera cajita. Se construye una cortina de humo pues. En política, cada caja vendría a ser una nota que llama más la atención que la anterior y despierta la curiosidad por seguir hasta el final. Así, un escándalo tapa al otro y cuando se desvanece se genera uno nuevo que mantiene el interés hasta lograr el objetivo, olvidarnos del origen.

Aquí, en México, funciona perfecto. Podemos remontarnos decenas de años, pero no nos vamos a ir tan lejos.

Tlataya, Caballeros templarios, la tuta, el Chapo Guzmán, Ayotzinapa, el IPN, Angélica Rivera y su casa, Videgaray y la suya, el dólar, la caída del petróleo, el Teletón, las marchas, la inseguridad, la inconformidad, la incertidumbre, el desconcierto… ¡Uf! #YaMeCansé
Todo eso se olvida, cada escándalo se diluye cuando otro se asoma a la ventana. México es como un sitcom, cada capítulo es diferente al anterior. Y del anterior nadie se acuerda, solo sirve como contexto. Así ha sido siempre, somos un pueblo sin memoria, por eso repetimos nuestra historia. ¡Qué triste!

Eso sí, el América es campeón, ganó la doce, es el más grande de todo el fútbol en México, el árbitro no influyó, es un dignísimo campeón, ódialos más, nadie mejor que las Águilas, fantástico equipo, de época, impresionante, extraordinario, sorprendente, asombroso, prodigioso, ¡guau! 

La caja china funciona, y funciona muy bien…

Obituario: Ya abrió la pista de hielo en el zócalo capitalino… Hay varios que deberían irse patinando.

martes, 9 de diciembre de 2014

Teletón, filantropía pura



¿Qué dijo la ONU respecto al tan llevado y traído “Teletón”? Entre otras cosas, que la emisión de dicho maratón televisivo incluye testimonios de los beneficiarios de la fundación, los cuales atentan contra la dignidad de este sector y promueve estereotipos de estas personas como sujetos de caridad y no titulares de derechos. Así, el Comité observa que dicha campaña promueve estándares de las personas con discapacidad como sujetos de caridad. De lástima, de pena ajena. Nada más alejado de la razón…

El Teletón consta de aproximadamente 30 horas llenas de imágenes y discursos de niños que, con toda justicia, con toda su inocencia y con toda razón claman por una vida más llevadera. Y sí, les ha tocado sortear experiencias sumamente fuertes. Sus prácticas diarias tienen el sello de la desgracia, pero no pierden la sonrisa. No. Ellos son mucho más fuertes, en todo sentido, que usted y que yo. Tienen la entereza necesaria para superar todas las adversidades que se les pongan enfrente. Están hechos de acero. De veras, son todo un ejemplo.

Ajá, hasta ahí vamos bien. Estoy seguro que todo aquel que tenga sangre en las venas querría ayudar a estos chicos. Sin embargo, el problema va por otro lado…

“Los exponen como sujetos de caridad”, dice la ONU… ¿Usted qué piensa?

Tocar el corazón del televidente para sacarle lo que se pueda ha sido la práctica común de Televisa. Jugar con los sentimientos del mexicano, al fin somos bien chillones. Conmover, emocionar, tocar las fibras que se requieren hasta que  desembolse lo que se pueda para no ver más lágrimas en pantalla…

Pero no. Somos unos malpensados. Usted y yo y varios millones de personas en este país estamos muy equivocados.

“No se lleven a los niños entre las patas”, dijo el brillante actor, director, guionista, productor, conductor y comediante, Eugenio Derbéz…

“Vayan a cualquier CRIT y dense cuenta por ustedes mismos de qué forma ayuda el Teletón”, sugirió famoso conductor de noticias…

“Los  niños qué culpa tienen de sus rencores”, insistió el genio de la comedia mexicana, Adrián Uribe…

“El teletón está vivo y camina, a pesar de la amargura de muchos”, palabras sabias de la simpática, talentosa y, sobre todo, guapísima, Galilea Montijo…

Muy bien, una vez regañados, sermoneados, advertidos y reprendidos ¡llegamos a la meta! ¡Gracias a los mexicanos de verdad, no a los amarguetes a los que nada les parece! ¡Tómenla culeros! México no los necesita, con los buenos mexicanos nos basta y nos sobra…

Ya lo dijo el ciudadano que le escribió una carta a don Eugenio (la cual ya es viral, como esta columna):

“La causa es justa, el lugar desde donde ustedes lo hacen y a quién lo dirigen y exigen no. El dinero para dicha causa nosotros como mexicanos ya lo aportamos dentro del pago de nuestros impuestos, lo que ustedes como fundación, como televisora hacen, es utilizar ese dinero para no pagar impuestos y pretender decirnos que no hemos dado nada y por consiguiente somos malos por no apoyar (de nuevo) a dicha causa. Los mexicanos ya hemos despertado, no nos prestamos más a este tipo de farsas, prueba de ello es que, según ustedes mismos, fue el Teletón “más difícil de la historia’. Más difícil será el panorama en general, si no logramos sacar adelante a nuestro país.

“Atentamente, un ciudadano que no donó al Teletón, y que pudo dormir bien.”
No hay más qué decir…

Obituario: ¡Por favor, para que Natalia Sosa gane “La Voz”, envíen "YURI" al 5515 o marquen *5515 desde su celular!

jueves, 4 de diciembre de 2014

Renuncia ¿y?



Ok, que renuncie Peña Nieto, ¿y luego?

Son millones de personas las que están pidiendo a gritos la dimisión del primer mandatario. Dicen que ha demostrado de sobra su incapacidad, que se acabó el encanto del candidato encumbrado por los medios (bueno, sobre todo por uno) Dicen que no ha podido con la violencia que aqueja (cada vez más) al país, que la impunidad y la corrupción están a tope, que la economía se le está saliendo de las manos y, sobre todo, por la falta de actitud y de resultados ante la desaparición de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa…

Está bien, ¡fuera! ¡Que se vaya! Ya se vio que no puede, que renuncie… Ajá, sí, ¿y ahora?

Pues ahora sí, oficialmente, nuestro querido México se convertiría en un estado fallido. ¿Quién, en los términos constitucionales, tendría, o podría entrarle al quite? El sucesor seguramente saldría de las mismas filas que su partido gobernante, el PRI. Uy, malo ¿no? Bueno, entonces del PAN… No tampoco, acabamos de salir de eso. ¡Entonces del PRD! ¡Sí! Que venga de un partido que se está cayendo a pedazos, de una entidad que ha demostrado, con sus administraciones, todos, que lo suyo, lo suyo, lo suyo, no es gobernar, sino vivir en inconformidad con todo. Ser oposición pues, eso se le da rete bien. Y si no me creen chequen los resultados en Michoacán, Guerrero y nuestro Distrito Federal. ¡Viva el sol azteca! De los otros partidos, los chiquitos, los parásitos, que viven de las sobras de los demás mejor ni hablamos. Esos, la verdad, no existen. Ni huelen, ni hieden.

¡Ah! Pero también tenemos como opción a ese rayito de esperanza que nos puede iluminar desde su Morena. Ese caudillo recalcitrante que ha vivido exigiendo la renuncia de la dirigencia federal. ¡Ésa es nuestra solución! “Sólo el pueblo puede salvar al pueblo”. ¡Claro! Ya salvó al D.F. entre el 2000 y el 2006 ¿no? ¿Sí se acuerdan cómo cambió esta ciudad bajo la tutela del tabasqueño? ¡Era otra cosa! 

Por todo lo anterior, exigir la renuncia de Peña Nieto no serviría de absolutamente nada. Y claro, él tampoco se va a ir. Y si así fuera, otro anticristo tendría que venir a dirigir el mismo infierno. Y tampoco aclararía el asunto de los normalistas, ni acabaría con la corrupción, ni con la impunidad, ni con la injusticia, ni con la violencia, ni con ningún mal que nos aqueja todos los días. Un cambio de mandatario no sería suficiente para mejorar la situación que atraviesa el país. Necesitamos soluciones de fondo. Necesitamos ser más propositivos, más solidarios, más exigentes con los que nos gobiernan. Necesitamos pedir cuentas y trabajar en nuestros propios males como sociedad. Debemos olvidar el conformismo y dejar de pensar que tenemos el gobierno que nos merecemos. ¡No señores! Hay que informarse, crearse una opinión propia, crecer, madurar como sociedad. No podemos exigir un cambio de pastor, si seguimos siendo ovejas. 

Obituario: “Juárez, destacado héroe de la independencia”… ¡Qué grande eres Cristian Castro!