lunes, 14 de octubre de 2013

El arte de nadar de muertito


El Movimiento de regeneración nacional, que dirige Andrés Manuel López Obrador, logrará, máximo en un mes, el registro como partido político como lo solicita el IFE.

“Ésta no es la lucha del quítate tú porque quiero yo, no nos mueve la ambición del poder por el poder, ni la ambición al dinero, lo que queremos es transformar a México. Ese es el objetivo que tenemos, eso es lo verdaderamente importante, no los cargos”, dijo hace unos días se líder y fundador. Ajá, el mesías tropical. Sus palabras suenan sinceras, comprometidas, llenas de credibilidad. Pero, sobre todo, frescas, muy frescas.

Con esto, el tabasqueño cumple otro de sus largamente acariciados sueños: ser dueño de un partido político y vivir del erario público (un momento… ¿Qué no vive así desde hace ya muchos años?).

Porque, hasta donde sé, el señor López Obrador no trabaja. No tiene ninguna labor remunerada. Ya sé que sus seguidores dirán que su labor es “defender a la patria de la mafia en el poder que quiere arrebatarnos la soberanía y los recursos y nuestras libertades y se quieren quedar con el país entero”.

Hace ya casi trece años que dejó el gobierno capitalino y no sabemos de qué vive don Andrés. Porque de algo debe sostenerse ¿no? Digo, mantener por lo menos cuatro casas no es cosa menor. En una vive con los hijos de su primer matrimonio, en otra, mucho más lujosa, con su nueva esposa y su otro hijo, también tiene un condominio horizontal de lujo en Villahermosa y otra en un rancho, en su natal Macuspana. Y ya no hablemos de los gastos de sus hijos, las escuelas y las camionetas de lujo.

Él ha dicho que recibe donativos y que la ayuda de la gente que lo ama y que cree que en sus ideales le da para vivir, claro, después de repartir. Todos los demás, por supuesto, nos chupamos el dedo.

Por lo pronto, MORENA va a ser partido político, ¡yupi! Desde ahí va a tener una preciosa comodidad que ya quisiera cualquiera… Vamos viendo: Tendrá prerrogativas (sí, todos nosotros, con nuestros impuestos le seguiremos dando lana para que él continúe manteniendo su cínica necedad), tendrá acceso a los medios de comunicación (adiós a su “cerco informativo”), tendrá la garantía de estar conectado con todo y con todos. Tendrá, como dueño, socio y fundador de su partido, la facultad de postularse para lo que quiera cuantas veces quiera, tendrá influencia en toda la izquierda porque muchos de sus aliados, seguidores, discípulos, partidarios, admiradores, incondicionales o como ustedes les quieran decir, siguen metidos en los partidos que el mesías tropical dejó hace unos meses.

¡Esa sí que es una gran idea! ¿Por qué no se le habrá ocurrido antes? Ahora sí, a nadar de muertito por el resto de la vida. En fin, AMLO se convierte en otro mexicano “brillante” que pasa de líder a líder perpetuo, y de ahí a propietario privado de los destinos de millones de fuerzas vivas en un asombroso acto de prestidigitación democrática… ¡Bravo por él! Eso es lo que este país, con todas sus broncas, necesita.

¿Y el discurso? Bueno, ese sigue siendo el mismo. Pero esa, como dijo la Nana Goya, es otra historia.

Obituario: Los maestros Oaxaqueños regresaron a las aulas, eso sí, con todos los gastos pagados. ¡Qué cómodo!

lunes, 2 de septiembre de 2013

El día del Presidente

Era todo un rito. El mandatario en turno era el centro de toda la atención. Salía de la residencia oficial de Los Pinos, puntual. Con la banda presidencial cruzando su pecho, orgulloso. Lo acompañaban legisladores e integrantes de la clase política que hacían una fiesta llena de color alrededor del acto. Abordaba un auto descapotable. Entonces tomaba camino hasta la cámara de diputados. Comenzaba su desfile. Era SU día. En las calles por donde pasaba la comitiva presidencial había algarabía. Él, con una sonrisa impecable e implacable, levantaba la mano y la mecía suavemente de lado a lado. Ajá, como Miss de concurso… Y la gente se le entregaba. Una viejecita burlaba la valla de seguridad –como si fuera tan fácil– y llegaba hasta él. Lo abrazaba, lloraba y le hacía alguna petición. El Presidente le acariciaba su blanca cabeza y le daba un beso en la mejilla. La anciana daba media vuelta y regresaba a su lugar. Contenta, complacida, feliz.


A su llegada al recinto de San Lázaro el festival era aún más efusivo. Lo recibía otro grupo de legisladores y lo acompañaban –en medio de aplausos, vivas, porras, felicitaciones y cumplidos– hasta la tribuna del salón de sesiones. Ahí, durante varias horas, los legisladores e invitados especiales escuchaban y aplaudían un informe sobre el estado de la nación.

El estado de otra nación, seguramente, porque nunca nada coincidía con lo que se ve y se vive en este país –eso no ha cambiado–. Cifras macroeconómicas, kilómetros de carreteras construidas, hospitales inaugurados, millones de toneladas cosechadas, extranjeros expulsados, seguridad inigualable, estabilidad social, fuerza, rumbo y altura de miras –nunca he entendido a qué se refieren con eso, pero se oye bien bonito–.

Cuando terminaba la emocionante elocución, interrumpida decenas de veces por las ovaciones –muchas veces de pie– del respetable, tocaba el turno al presidente de la cámara de diputados. “Contestaba” el informe más o menos así: Nuestro pueblo, señor Presidente, cierra filas alrededor de usted, ratifica su fe en las cualidades de estadista que lo distinguen y le reitera su apasionada confianza porque sabe que, bajo su guía, puede marchar seguro por las amplias rutas que usted le ha marcado hacia el patriotismo sin tacha, la paz dinámica, el progreso material y la superación mora… ¡Qué tal!

Luego venía el episodio conocido como “besamanos”. ¿Necesito explicarlo?

Después, con las manos sudadas y las mejillas babeadas, el Presidente regresaba a su casa. Otra vez, en medio de la verbena…

¡Qué tiempos aquellos!

Pero el sueño terminó y el asunto se fue descomponiendo de a poco. Ahora el Señor Presidente ni siquiera puede entrar al Palacio Legislativo. Y no es que no pueda, más bien es que no lo dejan. Ahora tiene qué mandar a alguien a entregar el informe y organizar su discurso en otro lado… Ya no hay desfile, ya no hay verbena, ¿auto convertible? ¡Están locos! Los tiempos han cambiado y el “día del presidente” no es ahora más que una sublime anécdota.

Obituario: El premio Nóbel de la paz quiere comenzar la guerra. Ya, todos estamos locos.



lunes, 26 de agosto de 2013

Receta


Piense un momento: ¿Qué necesita usted? ¿Qué quiere? ¿Qué se le ofrece? ¿Ya? Bueno, sea lo que sea ¡usted lo puede tener! Sólo debe convencer de lo mismo a veinte mil personas y llevarlas a ahorcar la ciudad de México. Comience usted por la cámara de diputados. Bloquéela. No deje entrar ni salir a los legisladores. Que se vayan a dormir a otro lado. Continúe por el recinto del senado. Haga usted lo mismo. Si en el camino se encuentra con las fuerzas del orden, atáquelas con piedras, palos y todo lo que se encuentra a su paso. Ellos no responderán. Tienen órdenes precisas de no tocar manifestantes. El zócalo capitalino es indispensable en esta receta. Leve sus casas de campaña, y llene el corazón del país con esas preciosas mantas multicolor. ¡Ah! Por favor, no se olvide de las embajadas. Acuérdese que el mundo está muy pendiente de sus necesidades. Para terminar váyase con su aglomeración hasta el aeropuerto. Cierre las puertas, retrase vuelos, grite, proteste, pelee y patalee. Quédese ahí unos diyitas, sólo unos diyitas. Será trascendental tomar algunas avenidas importantes e impedir que la gente de a pie, esa que tiene qué ir a la escuela y el trabajo llegue tarde –o aún mejor, que no llegue- a su destino. Créame que todos ellos se lo agradecerán.

Siga con las agresiones, total, los policías aguantan vara. Ahora ya tiene las todas las miradas sobre usted. ¡Aprovéchelas! Diga en los medios que sus causas son legítimas, aunque no se le entienda nada, aunque su elocuencia brille por ausencia -¡verso sin esfuerzo!- Miéntele la madre al gobierno, a los legisladores, a la mafia en el poder. Siga en lo suyo, los desmanes son importantes. Está usted luchando por lo que quiere, por lo justo, por lo razonable. Tranquilo, nadie le va a hacer nada. Sus derechos son sagrados. ¿Los derechos humanos de la mayoría indignada? ¡Por Dios! ¿A quién le importan?

Lo importante es usted y sus ideales. La constitución, el libre tránsito, la construcción de acuerdos, los consensos, la ley y las instituciones se pueden ir derechito al diablo -¿dónde he oído eso?-

Ahora espere… Tómese su tiempo. Quizá lo inviten a negociar. Está bien, vaya, reúnase con ellos. ¡Pero ni un paso atrás! Recuerde que sus intereses son justos. Lo que usted quiere es lo mejor para todos, aunque en este momento no lo comprendan. Algún día se lo agradecerán. Su lucha es lo que el país necesita.

Al final de todo esto usted tendrá su recompensa. Las autoridades, el gobierno y los legisladores le darán eso que usted quiere. El chantaje va a surtir efecto. Sus caprichos se convertirán en órdenes para los que comandan este país…

Ahora piense en otro antojo… Y vuelva a leer esta columna desde el principio.

Obituario: ¿Encontraron los cuerpos de los desaparecidos en el bar Heaven? ¿Usted qué piensa?

 

lunes, 12 de agosto de 2013

¿El petróleo es nuestro?


El presidente Peña Nieto presentó su iniciativa de reforma energética y la discusión tomó más fuerza de la que ya traía…

Que Pemex no se vende, que el petróleo es de los mexicanos, que el que privatiza es un ser despreciable y enemigo de la sociedad. Que la soberanía no debe pisotearse, que hay que defender nuestros recursos, aunque sea en las calles, que hay que cuidar a la gallina de los huevos de oro.

¡Exacto! Eso ha sido la paraestatal “la gallina de los huevos de oro”… Ajá, pero sólo para unos cuantos. O dígame usted, amable lector, ¿le ha tocado algo, aunque sea un pequeño resquicio, de la enorme riqueza que desborda dicha empresa? ¿El petróleo es suyo? ¿Cuándo le han regalado un litro de gasolina? ¿Disfruta usted, como mexicano, del tesoro que hay en el subsuelo de este bonito país?

Pemex es rico, muy rico, pero a nosotros, los de a pie, no nos toca nada. Es un tesoro que se reparten unos cuantos.

¡Ah! Pero resulta que también es una empresa endeudada hasta las manitas. Porque los gobiernos la han sangrado tremendamente, porque durante mucho tiempo le llamaron “caja chica”. Y claro, aunado a la impunidad y la corrupción del maravilloso sindicato que sigue sacándole todo lo que se pueda.

Por eso lo que sí urge es modernizar, con todo lo que eso significa. No es posible que, de acuerdo a los miles de discursos que hemos venido escuchando desde siempre, Pemex se esté convirtiendo en un elefante blanco que sólo genera burocracia. No es posible que Pemex no cuente con la tecnología necesaria para sacar los hidrocarburos, refinarlos y venderlos… ¡No tenemos esos recursos!  ¿Entonces qué hacemos? Es como un coche precioso, pero sin llantas. No lo podemos mover, no nos sirve de nada.

La reforma energética necesita que se generen condiciones para maximizar la renta petrolera y hacer viable que México pueda contar con los recursos derivados del petróleo. ¡Qué lindo se oye!

Según el discurso del presidente de la República nadie quiere privatizar Pemex; nadie quiere que el Estado renuncie al dominio que tiene sobre los hidrocarburos y los recursos naturales y nadie quiere una reforma en la que el Estado renuncie a su rectoría sobre Pemex y los demás recursos energéticos.

Lo que sí es muy importante y muy urgente es una amplia estrategia de información y orientación a la población en general sobre todos y cada uno de los puntos de tal reforma. Para que nadie se haga bolas (¿dónde he oído eso?) y para que queden bien claros los objetivos y las limitantes de lo que se viene. Y así, de paso, se le pone un alto a las campañas de difamación tendenciosas que sólo desinforman y que, como siempre, pretenden generar percepciones equivocadas y de encono social entre diversos segmentos de la sociedad. Y al que le quede el saco, pues que se lo ponga…

Obituario: ¡Sara! Gritaba Caro Quintero… Ahora grita otra vez.

lunes, 15 de julio de 2013

De Fox a Juárez


“Me los llevo de calle a todos, incluido Juárez” dijo en una entrevista el expresidente mexicano Vicente Fox… ¡Háganme ustedes el favor!

Desde su popular manera de vestir o expresarse, hasta su más reciente afirmación a favor de la legalización de la marihuana, este simpático guanajuatense no ha dejado de crear polémica. Ahora, en una entrevista, afirmó que ha sido el mejor de los mandatarios de este país, incluido al célebre Benito Juárez.

Y no voy a recapitular aquí cada una de sus históricas estupideces. No es necesario, el personaje se describe por sí solo. Es Vicente Fox. No necesito decir más.

Pero al César lo que es del César. Vicente Fox Quesada fue, sin duda, el mejor candidato que México haya visto en toda su historia, eso sí. Ahí sí se los lleva de calle a todos, desde Guadalupe Victoria hasta Enrique Peña Nieto, nadie como el pelado grandote con botas vaqueras, cinto piteado, sombrero, sonrisa colgate y siempre lanzado pa´lante, ocurrente, ágil en el debate, gracioso, muy atractivo para la prensa. Además, su compromiso era claro: Sacar al PRI de los Pinos. Y lo logró, porque realizó una campaña llena de sueños, de originalidad, de extravagancia, de audacia y de valor. Sí, ajá, por eso es difícil que otro político mexicano, o incluso del mundo, iguale la locuacidad y ocurrencias de un personaje como Vicente Fox Quezada, el candidato.

Una vez que llegó a la presidencia se perdió. El simplismo con que ofrecía resolver los problemas nacionales se transformó en payasadas institucionales, en oscuros episodios de ignorancia, en improvisaciones y ocurrencias… Pero eso, como dijo la Nana Goya, es otra historia…

Ahora ¿mejor que Juárez? Pues quién sabe, Fox está muy vigente y a don Benito lo respaldan más de 150 años de historia… Y eso, en este país con la memoria manipulada, toqueteada y manoseada es muchísimo tiempo, en ese lapso los personajes que han gobernado, los hombres que han asaltado el poder, los “héroes que nos dieron patria y libertad” se convierten en estatuas de mármol blanco, en formas intocables y en figuras sagradas. Ellos, a la distancia, son libres de pecado y no podemos arrojarles ni una piedrita. Y el de Guelatao es un ejemplo claro de todo lo anterior…

Nos regalaron la hermosa historia de un pastorcito que tocaba la flauta y cuidaba ovejas en San Pablo Guelatao, y que de repente se convirtió en Presidente de la República. Y nos lo presentan como el paradigma del hombre humilde, indígena y pobre, del mexicano común que llegó a ser un prócer de la Patria. Pero lo que no nos explican es lo que significa que Juárez fuera uno de los máximos defensores del liberalismo económico del siglo XIX.

La frase "entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz", no es suya, sino del filósofo Alemán Emmanuel Kant, quien la escribió en su libro “la paz perpetua” de 1795. Seguro Don Benito la leyó y esperó el momento idóneo para fusilársela ¿no?

El benemérito necesitaba con urgencia dinero para financiar la guerra que libraba contra el partido conservador, el poder es el poder y ¿quién tiene dinero? ¡Claro, la iglesia! Juárez, además de odiar al clero, expropia sus bienes con el ánimo de hacerse de recursos. No le son suficientes y sin permiso del congreso compromete a sus aliados del norte, vía el tratado McLane-Ocampo:
-El Istmo de Tehuántepec.
-El Paso libre Guaymas-Nogales.
-El Paso libre Mazatán-Matamoros.
Todo este bonito paquete por una módica cantidad de 4 millones de pesos. Ah, el trato era a perpetuidad. ¡Una verdadera ganga!

Como resultado, México quedaría dividido en cuatro partes y Estados Unidos se convertiría en dueño de facto de lo antes anotado y de ello derivaría apropiarse de Baja California y Sonora… Gracias a Dios el acuerdo nunca fue ratificado por el senado norteamericano. Ellos, en ese momento, andaban con su guerra civil en pleno desarrollo.

En el caso del Archiduque Maximiliano de Habsburgo, Juárez no tuvo piedad. A pesar de que hubo súplicas de la comunidad internacional solicitando su perdón, conscientes de que el emperador era un títere y una víctima de las circunstancias,  cosa que Don Benito se pasó por el arco del triunfo. Claro, esto también debido a la necedad de complacer al gobierno de Estados Unidos, que estaba peleado con Francia, por lo cual, y para congraciarse, ordenó la ejecución del pobre Maximiliano en el Cerro de las campanas… Tan fácil que hubiera sido darle una patada en el trasero, subirlo a un barco y mandarlo a… su país.

Ya para terminar, decir que Benito Juárez García gobernó este país de 1857 a 1872, casi 15 años. Sólo la angina de pecho lo pudo tumbar de la silla presidencial, porque de que el poder le gustaba, le gustaba. Y si por él hubiera sido, se queda mucho más rato. El mismísimo Porfirio Díaz trató de derrocarlo un par de veces, quizá el presidente−dictador le sirvió de inspiración…

Así que no nos espantemos con el señor Fox… La historia lo juzgará, sólo espero que lo juzgue bien, no como a otros… ¡Saludos a Oaxaca!

Obituario: #Fuerachepo

 

 

 


lunes, 17 de junio de 2013

¡Qué gato!


En México, desde hace mucho tiempo (la verdad ya ni sé cuánto) la ciudadanía está harta de la clase política. Harta de los mismos candidatos, harta de los mismos discursos y harta de que siempre le “doren la píldora” con las mismas promesas, las mismas palabras y los mismos ofrecimientos. También está harta de que, al final, pasadas las campañas y las elecciones, nada es cierto, nada se cumple y todo sigue como siempre, o peor…

Por eso, el grito de hartazgo se eleva y se desvía hacia la protesta, eso sí, tirándole a la estupidez, hacia lo absurdo… Son señales de alarma que se prenden, los focos rojos están encendidos.

Se llama “Morris”, es un gato y también está desilusionado de los políticos. Es “candigato” a la presidencia de la ciudad de Xalapa, capital de Veracruz. Uno de sus lemas es: "Duerme casi todo el día y no hace nada”. Bueno, sí, eso le da todo el perfil de un político".

Y el gato Morris arrasa en las redes sociales de cara a las elecciones municipales del 7 de julio. Más de 150mil seguidores en Facebook hablan del hartazgo de la gente.

El candigato tiene un cartel oficial, pegatinas con los colores de la campaña de Obama y una frase contra los políticos: "Hartos de 'ratas', votemos por un gato". Su programa de gobierno ofrece lo mismo que sus contendientes políticos: "Descansar y retozar". En su equipo de gobierno este felino cuenta con Hello Kitty, Don Gato, Garfield, el Gato con botas, entre otros.

El fenómeno ha sido incluso recogido por muchos medios alrededor del mundo. Australia, Francia, Inglaterra y España han dado cuenta de la campaña de tan singular aspirante. Incluso le dio una entrevista a la revista TIME.

El éxito de Morris se debe a la exhibición de los políticos mexicanos, a su modo de conducirse, a que cada vez son más descarados y más cínicos. Por eso el gato suma más adeptos y demuestra que los mexicanos preferimos elegir un animal porque estamos hartos de la corrupción de los políticos… Y ¿qué creen? Que Morris lidera las encuestas (sí, ya sé que nadie le cree a las encuestas, pero los datos son los datos), tiene el 60% de las preferencias de los votantes. Eso, cualquiera que sea la lectura que se le dé, es sumamente preocupante.

La candidatura de Morris, por supuesto, no tiene validez oficial, aunque gane, no va a pasar nada con él, como chiste y para la reflexión es buenísimo, pero la ley no establece que un animal pueda gobernar al pueblo (eso habrá qué revisarlo, porque históricamente han sido muchos los animales que nos han dirigido).

Sin duda, este 7 de julio, Morris va a tener más votos que todos los demás contendientes, pero Xalapa será gobernada por el que quede en segundo lugar ¡qué pena ¿no?! ¡Perder contra un gato bicolor! Sea quien sea el triunfador ¿con qué cara tomará posesión? Lo primero que habrá qué pedirle será un poco de dignidad…

La candidatura de un animal (en el término estrictamente literal) es un caso digno de estudiarse como movimiento social, hay ingenio, originalidad, frescura y mucha creatividad alrededor de los autores de tan singular personaje, quienes, pese a no tener un solo peso de presupuesto, a diferencia de los candidatos reales, han realizado un sinfín de actividades desde la plaza pública que ahora significan las redes sociales para ganar adeptos. Y lo han logrado con creces. El fenómeno rebasó sus expectativas.

Y las repeticiones no se han hecho esperar. En otras ciudades mexicanas ya aparecieron candidatos como “Chon el Burro”, “Tina la Gallina”, “Maya la Gata” y “Tintán el Perro”. Seguramente habrá más.

El candigato Morris, un gran catalizador para demostrar el nivel de descontento que existe en nuestra sociedad…

Obituario: Granier está en el hospital, enfermito… ¡Qué conveniente!

miércoles, 15 de mayo de 2013

¡Ay, m´ijita!


Humberto Benítez Treviño fue removido de su cargo como titular de la Procuraduría Federal del Consumidor por el presidente Enrique Peña Nieto, como resultado del escándalo que se generó cuando su hijita intentó clausurar las operaciones del restaurante "Máximo Bristot", negocio que, por cierto, se ha convertido en referencia obligada para comer al sur de la ciudad de México. Supongo que la visita a tal establecimiento hasta resulta ser algo así como "turismo negro" ¿no?  

Andrea Benítez González, la tristemente célebre “lady profeco” debe estar que no la calienta ni el sol. El muro de los lamentos le va a quedar chico a esta muchachita. Quién sabe si a estas alturas su papá le hable. Ser procurador del consumidor no es cosa menor ¡es un puestazo! ¡Vaya hueso! ¡Y tú con tus estupideces le tiras el puesto y quizá la carrera a tu padre! ¡Ay, Andy!

Pero lo que es que no te funcione la cabeza. La niña tenía hambre (todos pasamos por eso) fue a su restaurante favorito, se tardaron en asignarle mesa (ya ni la chingan), entonces se molestó, se envalentonó, llamó a su papito, no lo encontró, pero sí halló a los achichicles del procu, quienes raudos, veloces y sin siquiera saber de qué se trataba llegaron al local en cuestión…

-Clausúrenme este changarro mugroso, ¡llevo mucho tiempo esperando mesa!

-¡Cómo no señorita, con todo gusto!

Así, procedieron a hablar con los dueños del “Bristot”.

-Señito, ¿qué cree? Que le tenemos qué clausurar…

-Ok, muy bien, nada más me dice por qué.

-Porque… porque… porque… ¡porque su mezcal no es de origen, este lo traen de otro lado y además sale de otra planta! ¡Y también porque no tiene el fut en la tele y ahorita está jugando el América!

No les alcanzó para la clausura, pero sí para la suspensión. Todo por una mesa, un capricho y un berrinche… El poder es el poder, sobre todo en este país.

Pero en estos tiempos de redes sociales, donde el sueño de George Orwell está a punto de hacerse realidad, la transgresión de esta “lady” no pasó desapercibida (quién sabe cuántos locales habrá cerrado la princesita de papá) y la torcieron en la movida. Ella pidió disculpas por twitter, luego cerró su cuenta y, acto seguido, se volvió de humo (ajá, como la de Emmanuel).

Y el señor Benítez, que, como dijo hoy el secretario de gobernación, nada tuvo qué ver en el numerito, tiene ahora qué pagar los platos rotos y convertirse en el decapitado que la fuenteovejuna tanto reclamaba…

Eso sí, hoy, a Andreíta, su mamá le cantó aquello de “¡Ah, pero cuando venga tu padre!” Yo estoy seguro que esta noche se le va a aparecer el mismísimo diablo…

Obituario: Granier estaba borracho… Y todos nos chupamos el dedo, pero por cochinos, no por idiotas.

martes, 23 de abril de 2013

Secuestro


De repente un grupo de quince “estudiantes” deciden tomar la rectoría de la UNAM. Sí, la máxima casa de estudios, la mejor Universidad de Latinoamérica, la benemérita institución, la creadora y formadora de los máximos talentos de nuestro país (en todos los ámbitos). Pues esta honorable y distinguida entidad lleva cuatro días secuestrada por un grupo de encapuchados que exige la reinstalación de cinco alumnos expulsados del CCH que protagonizaron actos violentos en el plantel Naucalpan en febrero pasado…

Y así, estos señoritos tienen de los… de los… de los… bueno de ahí, ustedes me entienden, a los más de trescientos mil miembros que forman la comunidad universitaria, a las autoridades civiles y, si me lo permiten, al país entero.

Mientras tanto el rector ¡ternurita! El señor Narro hace un llamado a la cordura, a portarse bien, a conducirse con rectitud, a ser buenas personas y no molestar. Una actitud sólo comparable con la del Ojitos Meza dirigiendo a sus equipos… Y la respuesta, esa sí, es contundente: “¡No, no nos vamos y hágale como quiera! Nuestros reclamos son genuinos. Primero la solución a las demandas y ya luego negociamos”.

Desde luego, en lo que les platico todo esto los muchachos rompen vidrios, destrozan instalaciones, pintan bardas y le rompen la madre a todo lo que esté a su paso ¿por qué no? Hay qué enseñar el músculo…

Y el otro músculo está listo y dispuesto para actuar, para desalojar a los rijosos, para aplicar la ley, para poner orden… Mancera, Mondragón, la PGR y todos los que pueden acabar con esta situación en un tronar de dedos están listos para actuar, nada más falta la luz verde. Pero José Narro sigue deshojando su margarita, no está seguro, son buenos muchachos, son estudiantes, son la juventud…

Así, seguimos a la espera de que algo suceda, el secuestro sigue su marcha, la sociedad exige acciones inmediatas, esto debe acabar ya, la UNAM no se lo merece. Don José ha sido tolerante hasta excesos criticados, sin embargo sigue sin hacer nada…

Obituario: ¿Pepsis y papitas para abatir el hambre y para ganar elecciones?

lunes, 8 de abril de 2013

Enséñame


Seguramente se han dado cuenta de que en este bonito país, cualquier grupo religioso, gremio, asociación, cofradía o congregación, con muchísima facilidad bloquea  una calle, una plaza, una avenida o hasta una autopista… Eso sí, armados con piedras, palos, armas punzo-cortantes, bombas molotov y sabrá Dios qué otras linduras, quesque para “defender su causa”...

Pero su “causa” afecta a muchos otros que no tienen ni vela en el entierro. Así, usted se puede quedar seis o siete horas atorado en la autopista del sol y no pasa nada. ¡NADA! Los señores están luchando por su causa y les vale sorbete a quién se lleven entre las patas…

Y es que estos muchachos, hasta donde entiendo, le tienen miedo a prepararse, a actualizarse y a ser evaluados, eso de la “reforma educativa” no les gusta, no va con ellos. ¡No, no, no y no! Y háganle como quieran…

Ellos, con el rostro tapado y cara de perro  (no es personal, me refiero a la actitud) se paran muy sabrosos, desafiantes, retadores y provocadores… Tienen derecho, ¡están defendiendo su causa! ¿Para qué platicamos si lo podemos arreglar a chingadazos? Y entonces, cuando no hay más remedio, los desalojan, por la fuerza, pero sin violencia (se oye raro, pero créanme que sí se puede)…

Ahí es donde la puerca tuerce el rabo ¡gobierno represor! ¡Golpea a nuestros maestros! ¡Agrede a los que educan a nuestros hijos! ¡Atenta contra la libertad de manifestación!

¿Entonces qué se debe hacer? ¿Dejar que cada quién haga y deshaga a su antojo? ¿Permitir que le prendan fuego al país? ¿Consentir que jueguen con nuestros espacios vitales y que no nos dejen, ni a usted, ni a mí, transitar por donde se nos dé la gana? Que alguien me explique…

Si truena, le van a chiflar y si no truena también... El cohetero tenía razón…

Hasta  donde me enseñaron a mí, los maestros son esos seres casi heroicos que han hecho lo mejor de esta patria y que me formaron como un hombre, que me enseñaron a amar, respetar y defender a mi nación, que orientaron mi conducta y me enseñaron también a amar a mis padres y a vivir civilizadamente en mi sociedad… (Sí, ajá, sigo siendo un romántico).

Obituario: Se nos fue la dama de Hierro… De verdad que era dura la señora…

miércoles, 27 de febrero de 2013

La vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser



Dice la desiderata: “siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú…” Y así es, en alguna ocasión, Ronaldo (el de a de veras, mi gordo) fue al Vaticano a visitar al Papa Juan Pablo II y  le regaló una camiseta autografiada. Ahí, Su Santidad le preguntó “¿en qué equipo juegas?”…

En otro momento varios rockeros, músicos muy famosos, entre los que se encontraban Eric Clapton y Jimmy Page, fueron recibidos en el palacio de Buckingham por la Reina Isabel, quien los acogió de muy buena gana, sin embargo, lo primero que les preguntó fue: “¿y ustedes a qué se dedican chicos?”

Nadie puede sentirse más allá de todo y de todos, nadie. Por muy famoso y poderoso que sea (o que se sienta).

La ahora tristemente célebre maestra Elba Esther lo hizo, se puso con Sansón a las patadas y en muchas ocasiones salió victoriosa. Le pisó los callos a Vicente Fox, a Felipe Calderón y, en su momento, al mismo PRI… Amenazante, soberbia, altanera, orgullosa y hasta petulante se volvió un dolor en los… en los… en los… Bueno, se volvió un dolor enorme para varios gobiernos. Ella era la piedra angular en las elecciones presidenciales, ella hacía y deshacía en la política social, ella tenía en las manos la educación de los millones de niños que estudian en México (¡fíjense nada más!), ella era dueña del sindicato más grande de este país, a ella le consultaban y le pedían ayuda los más poderosos, se sentía intocable y la hoja del árbol no se movía sin su voluntad…

Ya no vamos a hablar de cifras. Ya vimos todo lo que se gastaba y cómo lo hacía, ¡qué miedo!

Pero ahora la maestra está muerta, ahora debe estar pensado en la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser. Ayer pasó la noche en Santa Martha y se desmayó dos veces, dice que sufre insuficiencia renal, que la tienen qué operar, que está muy enferma…

Y hoy, en la rejilla de prácticas no quedó ni el polvo de aquellos lodos. Hace apenas unos días, en su cumpleaños, decía que no se iba, no se iba y que le hicieran como quisieran... Hoy aquella mirada retadora y desafiante se transformó en una contemplación timorata y miedosa. Estoy seguro que hasta diarrea le ha de haber dado…

Allá afuera, casi hay fiesta popular, una de las villanas favoritas de los mexicanos está tras las rejas… El golpe está dado y bien dado, este gobierno golpea la mesa y demuestra quién manda aquí… Esta vez, en las patadas, ganó Sansón.

Obituario: Hace 25 años, en octubre del ‘88 allá en Tampico, Joaquín Hernández Galicia le dijo a Don Miguel de la Madrid: “Si se hunde Pemex se hunde usted”. El entonces presidente sólo sonrió tímidamente… Ya sabemos lo que pasó el 10 de enero del año siguiente.