lunes, 22 de octubre de 2018

Arjona tiene razón


Insultos, amenazas, mentadas de madre y todo tipo de ofensas. Dardos que van directamente a aquellos que padecen hambre y violencia. A esos niños que no tienen que comer, a esas mujeres desesperadas y esos hombres frustrados, desilusionados, cansados. A esos que no migran por gusto, sino por necesidad. La violencia y la pobreza de su país los ha expulsado; no les queda otra, es migrar o morir. No son delincuentes, ni violadores, son familias, mujeres, hombres y niños, gente como nosotros, que busca el futuro, así nada más, buscan el futuro.

Miles de mexicanos se expresan en redes sociales en contra de la caravana migrante que cruzó de Guatemala a México. Los mensajes son preciosos, llenos de odio y de rencor, repitiendo los mismos discursos que les lanzan a los mexicanos allá, en Estados Unidos. Con todo tipo de adjetivos, que no pienso repetir, no tiene caso. Usted ya los ha escuchado. 

Es verdad que México no está en condiciones de dar cabida a migrantes de otros países, mientras el nuestro se desangra como se desangra, pero sí podemos hacer un esfuerzo y, mínimo, darles un trato humanitario. Es lo menos que se merecen.

Ya se nos olvidaron los niños encerrados en jaulas durante meses. Ya se nos olvidó que en los sismos de septiembre hubo una comunidad de migrantes centroamericanos en Jojutla, ayudando a los damnificados. Ya se nos olvidó que somos un país de origen, tránsito, destino y retorno. Ya se nos olvidó Trump y su absurdo discurso.

Ahora, las víctimas se convierten en victimarios de los inmigrantes ilegales que tratan de atravesar el último tramo hasta EE.UU. Nos sentimos con el paradójico derecho de decirles lo que se nos antoje a aquellos que lo han perdido todo.

Pobre México, la solidaridad es un hermoso cliché que sirve para tomarse fotos y publicarlas en las redes. 

¡Basta de discursos hipócritas que exigen derechos humanos al norte y los niegan al sur!

Arjona tenía razón, “si el norte fuera el sur, sería la misma tontería…”

Obituario: Balacearon la casa del cardenal Norberto Rivera, ¿deberá algo?

lunes, 15 de octubre de 2018

#ConLosNiñosNo


El hijo menor del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, se fracturó tibia y peroné en un accidente, ya en rehabilitación, publicaron un texto titulado Hijo de AMLO, recargado… y motorizado. Como era de esperarse, La doctora Beatriz Gutiérrez Müller, madre del menor, expresó su inconformidad… Y la guerra comenzó…

Estamos de acuerdo, el debate político no puede, ni debe involucrar a niños y niñas y, mucho menos, afectarles en su dignidad. Ellos no decidieron ser parte de la vida política, lo decidieron sus padres. Ajá, por eso, mi abuela, sabía y de cabecita blanca, decía que “cuando lo publicas, se vuelve público”. También decía que “todos coludos o todos rabones” … 

Entonces ¿Los hijos de Felipe Calderón eran diferentes? ¿Y mi Mateo, hijo de Ricardo Anaya? Sí, a esos sí los podemos pasar a perjudicar. ¿Los del presidente Peña? Sí, esos también. Pero ¿y los de López Obrador y doña Betty? ¡No! #ConLosNiñosNO. Otra vez, como siempre, ese asombroso doble criterio de aquellos que nunca gritan hasta que se trata de ellos. La premisa debería ser ¡nunca con los niños de nadie!

Porque la petición es justa, pero no escuché a la señora levantar la voz cuando se trataba de Mateo. Cuando un periódico hizo un reportaje y hasta dio el nombre de la escuela donde estudiaban los hijos de Ricardo Anaya. En ese entonces no vi a los del #ConLosNiñosNo indignados pidiendo que bajaran la nota.

Hubiera sido de mucha ayuda. Las hijas del –todavía- presidente Peña también fueron objeto de burlas, bromas, guasas y chacotas, pero cuando empezó el sexenio, todas eran menores de edad. Nadie dijo nada. Lo mismo pasó con los hijos de Felipe Calderón.

Así pues, condenemos el uso de la imagen contra todos los niños, el uso que se ha hecho de los niños y niñas, hijos de otros políticos y funcionarios, no sólo el de AMLO, eso ayudará a que la indignación no sea selectiva.

Por favor, al hijo de Andrés no, a él sí déjenlo fuera. #ConLosNiñosNo

Obituario: Dice Ildefonso Guajardo que “los pobres no comen gasolina”… Sin palabras.