martes, 6 de diciembre de 2011

A cada paso


A Ernesto Cordero seguro lo recuerdan por memorables frases como “México dejó de ser un país pobre”, “La gasolina que se vende en México es la más barata del mundo” y el inolvidable “con 6,000 pesos alcanza”... El ex secretario de hacienda anda como Luz Casals: “hilbanando traspiés como una estúpida”, pero eso sí, seguro “cada día piensa ‘esta vez, será la última’”...

Pero resulta que no, lo acelerado que anda, su afán por estar en la cima de las encuestas y su demostrada incapacidad ha hecho que se enrede y se tropiece, como también dijo Flans (en la misma canción), “a cada paso”...

Y es su necedad de pelear con Enrique Peña Nieto, su terquedad por demotrar que es mejor que el mexiquense, porque por más que ha buscado “debatir”, llamar su atención, criticándolo, insultándolo, diciéndole todo cuando puede, el del copete no se despeina y ni siquiera ha volteado a ver a Cordero, a quien supera 40 a 1 en las preferencias de precandidaturas... Ahí nomás.

Ya conocemos todos el chasco que se llevó Peña el sábado pasado, como pudo lo ¿resolvió? Ajá, sí, muy su problema. Pues no, ahí va el delfín del presidente sintiéndose todo un erudito, seguro de trapear el piso con el candidato priísta… Pero con tan mala suerte que cuando Sergio Sarmiento le preguntó sobre los libros que está leyendo, don Ernesto, sobradito, como es, respondió: “Me gusta ‘Rebelión en la Granja’, de George Orwell, me gusta ‘La Isla de la Pasión’, de Isabel Restrepo (sic), y me gusta ‘Alicia en el País de las Maravillas’”, El error es que la autora de “la Isla de la pasión” es la colombiana Laura Restrepo. Ante la respuesta de Cordero, el periodista, con toda mala intención cargó el arma, se la dio y cuestionó: “¿La Isla de la Pasión de Isabel Restrepo?” Y el panista la tomó, se apuntó al pie y respondió que sí, “es muy bueno, deberías de darle una hojeadita”, todavía se atrevió a recomendar, muy seguro de su triunfo literario. Entonces Sarmiento preguntó: “¿quizás la autora no será Laura Restrepo?” y Cordero corrigió: “claro, es Laura Restrepo, perdón”. Ya no supimos si se puso rojo, pero, como dicen en el beisbol, “el daño estaba hecho”.

¿Qué necesidad de regar el tepache de tal forma? Si la cargada mediática estaba sobre Peña, ¿para qué se mete este otro muchacho? Y todavía hoy se atreve a decir que "me agarraron muy temprano" y aseguró que su pifia no se compara con las de Enrique Peña Nieto. Cordero es, como dice la canción, “un caso único, casi un peligro público”. Pero en fin, sus ansias de novillero lo están llevando al matadero (verso sin esfuerzo). Ya lo veremos buscando la querencia de las tablas, y para eso no falta mucho…

Obituario: “El libro que me inspira es la constitución”, dice Andrés Manuel López Obrador. No, pos sí…

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