lunes, 3 de abril de 2017

El cielo es de los arrepentidos




La semana pasada le otorgaron a Esteban Arce el premio nacional de periodismo en la categoría de “Programa Especializado” en contenido de “orientación familiar” por la emisión de su programa “Matutino Express”… ¿El chiste se cuenta solo? 

Esteban, desde que lo recuerdo, ha sido un tipo irreverente, de esos que tienen permiso para insultar, humillar y denostar a cualquier otra persona que no piense como ellos. A eso se dedica, a fomentar el odio, a despotricar en contra del pensamiento “no tradicional”. Él defiende a la familia, dice que “son 10 años de hacer un tipo de trabajo que está muy enfocado a defender algunos sistemas familiares y valores familiares y a eso agregamos noticias. A veces defender la familia se ha tornado un tema difícil, incluso defender lo obvio a veces se convierte en un delito de odio”.

Pero no nos quedemos en la superficie, vayamos un poquito al fondo. Nada más un poquito: Esteban Arce se dio a conocer en los años ochenta por realizar promocionales para la radio en la inolvidable WFM. Luego, en los años noventa, condujo “El Calabozo”, junto al muy talentoso actor y conductor Jorge “el Burro” Van Rankin. Ahí, cosa curiosa, el programa se caracterizaba por hacer bromas pesadas, bullying, a los asistentes, a los colaboradores, a los invitados y a todo el que se dejara. Ahí, Esteban Arce era el claro ejemplo del mirrey desmadroso y carnavalero. Ese al que todo, y todos, le valen madre. Era el todopoderoso que tenía la potestad de humillar en vivo y en cadena nacional a cualquiera, nada más porque sí. 

Después, supongo que se arrepintió, se fue a un retiro, tocó fondo, tuvo una revelación, una toma de conciencia o sabrá dios, su dios, qué fue lo que le pasó.

Entonces se redimió, ahora lidera el “Matutino Express”, un programa que, al principio, estaba pensado que fuera de corte liviano con notas de entretenimiento, pero, al paso del tiempo, la idea original del programa desapareció y mi Esteban empezó a reflejar su nueva personalidad, ahora tiene una mente cerrada, conservadora, religiosa y muy intolerante hacia temas como la inclusión, el feminismo, la homosexualidad, la adopción de niños por parte de personas del mismo sexo, la legalización de la mariguana y muchas otras cosas más. Así, se ganó, muy merecidamente, un premio nacional de periodismo. ¡Bravo! ¡Bien por el Club de periodistas¡ ¡Bien por la sociedad mexicana!
 
Eso sí, tiene derecho. Cada quién es libre de pensar como le plazca. Todos tenemos la oportunidad de arrepentirnos y cambiar el rumbo., al fin y al cabo el cielo es de los arrepentidos… ¡te alabamos señor!

Obituario: Si son las tres de la mañana, andan de fiesta y el amigo que les va a dar un aventón está que se cae de borracho y otras cosas, por favor, ¡no se suban a ese auto!

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