martes, 30 de noviembre de 2010

El gimnasio de las estrellas

Por alguna razón que desconozco (y que no me interesa conocer) Madonna decidió abrir un gimnasio en nuestro país. Y lo hizo en una de las zonas más “fifís” de esta hermosa ciudad capital. Bien por ella ¿no? Visionaria, emprendedora, exitosa (en ese orden).

Seguramente pensó que la gente bonita también necesita ejercitarse, no son guapos sólo por tener lana, ¡no! Requieren de un gran esfuerzo. Necesitan caminadoras, barras, bicis, pesas, pilates, zumba, ponerse tenis, calentadores, licras, playera, sudadera y una bandita de esas que van en la cabeza, misma que les ha de salir carísima. Y entonces sí, ¡a ejercitarse, al fitness y al sudor! Claro, en uno de esos gimnasios donde pueden encontrarse a la vecina Corcuera, a las Limantour y a las Lascurain (no, las Pandoras nunca hicieron ejercicio) para viborearlas y darse cuenta que su entrenador también está gordo. Ejercitarse en la misma sala donde lo hace Lorena Herrera, William Levy, Inés Gómez Mont, Jaime Camil, Lucero y Mijares (¡Ah, no, Manuelito tampoco hace ejercicio!) Y twitear lo que ven mientras hacen cardio corriendo diez minutotes.

Pero volvamos con Madonna, que vino a inaugurar su changarrito. E hizo casting a algunos socios para que 25 de ellos pudieran bailar con ella durante 20 minutos. ¡A huevo! No cualquiera recibe una clase de parte de la reina del pop. Y los príncipes encantados de las lomas se fueron a formar para ser parte del show. Hasta Marcelo se apuntó (porque nadie lo llamó) para estar en primera fila y cortar el listón junto a Verónica Ciccone. Se detuvo el tráfico, cerraron calles, vimos embotellamientos, hubo caos… Pero eso ¿a quién le importa? ¡Si es Madonna! ¿Verdad Marcelo? La cosa es salir en la foto, como sea, pero en la foto. De quedabien. Hasta la declaró huésped distinguido. ¿Y la línea 12 del metro? Bien, muy bien, gracias por preguntar. También habrá pista de hielo…

Alrededor de 270 elementos policíacos de diferentes corporaciones en las inmediaciones del edificio. Alfombra roja con invitados. Zona VIP (y por supuesto zona acordonada para controlar a la “perrada”, bueno, a los no VIP), glamour, estilo y buen gusto. En fin, un evento digno y a la altura de la ensalada popof y, por supuesto, de la intérprete de “Vogue”.

¿No tiene 10 mil pesos para inscribirse al nuevo gimnasio de Madonna? Es un lujo, pero imagínese: Usted, ejercitándose, fortaleciendo el músculo, tirando el rostro y padroteando en el Candy Fitness Center, ¡claro que lo vale!

Obituario: Mi cuñado es instructor en un gym, está mamey y es muy guapo. Rutinas completas. Informes en esta ventana…

Obituario 2: Y Manuel Lapuente dice que el América juega como el Barcelona ¡Por Dios!

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