jueves, 23 de octubre de 2014

Vergüenza



Ayer vi “Guerra mundial Z”, o lo que es lo mismo “Brad Pitt contra los zombies”. Pero eso no es lo importante. Al final del filme, y después de que los muertos vivientes acaban con medio mundo, se alcanza a oír una voz en el noticiero que dice “México se declaró pérdida total”…
Y así es, estamos completamente perdidos. Somos un país violador y violado. Violador de los derechos humanos y violado en sus garantías individuales. Al más puro estilo de las civilizaciones prehistóricas. Una verdadera vergüenza. Aquí cada quien hace su voluntad, por eso somos el país donde no pasa nada, nadie hace nada y nadie sabe nada.

Narcotráfico, secuestros, extorsiones, pornografía infantil, trata de personas, enfrentamientos, injusticia, inequidad, asesinatos, desapariciones, ilegalidad, fosas clandestinas, impunidad, corrupción, descomposición, putrefacción, podredumbre y mil cosas más... ¡Uf!

Pero insisto, no pasa nada. Aquí nunca pasa hasta que pasa. Luego pasa (el tiempo), se nos olvida y ya, otra vez no pasa nada. Y así por los siglos de los siglos amén. Dicen que si olvidamos nuestra historia estamos condenados a repetirla. Ajá, nosotros, aquí, la repetimos a cada rato. Estamos llenos de ejemplos. Los modelos se repiten, los patrones nunca mueren.

¿Y a qué se debe? A la educación, a la cultura, sin duda. Pero a la cultura cívica. A eso que nos enseñan (o no) en casa. A lo que vemos y repetimos, a cómo nos desenvolvemos todos los días. A no saludar al de al lado, a no compartir, a no participar, a no cooperar, a meternos en la fila, a no respetar el espacio (el que sea) de los demás, a acelerar cuando alguien pone su direccional, a no ceder el paso, a querer ser primero nosotros, luego nosotros y al final nosotros, a solidarizarnos solamente cuando juega la selección de fútbol, a la cubeta de cangrejos de Hugo Sánchez. En fin, se debe a todo eso y a más cosas que, como mexicanos, no nos importan. “¿Para qué? Si somos bien chingones…”

Por eso somos la vergüenza más grande del mundo. Las opiniones internacionales coinciden en que somos un país, sí, simpático y folclórico, pero inmerso en un incendio monumental que quién sabe cuándo podamos apagar (si es que un día se apaga). 

¡Pobre México! Tan lleno de riqueza, pero tan colmado de mierda.

Obituario: Dadas las circunstancias, hoy este espacio se considera nulo.

1 comentario:

  1. Muy buenas palabras, algunas frases nos ponen los pies en la tierra!!!

    Alfonso Madrigal Elizondo

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