martes, 25 de mayo de 2010

De música ligera...


El 15 de mayo Caracas fue honrada con el último concierto de la gira "Fuerza Natural" de Gustavo Adrián Cerati Clark. El estadio de fútbol de la Universidad Simón Bolívar se llenó de fans. Todos dicen que “fue el mejor concierto de su vida”. Los caraqueños tuvieron el gusto de encontrarse con un Gustavo cercano, muy simpático, que fumó mucho durante el recital y que dio lo mejor de sí, a pesar de haber estado la noche antes de fiesta hasta las tres de la mañana.

Pero la noche de ese sábado cambiaría para siempre la vida del cantautor bonaerense. En el camerino, Cerati se desmayó y quedó inconsciente por veinte minutos, inmediatamente sus acompañantes lo llevaron al Centro Médico Docente La Trinidad para que lo atendieran. Durante un par de días se manejó la información de que Cerati había sufrido una descompensación debido a una subida de presión, causada por estrés y agotamiento. Pero nadie se comió ese cuento y se filtraron en los medios mensajes que decían que había sufrido un accidente cerebrovascular.

El martes 18, la salud del músico se complicó, lo entubaron y le diagnosticaron un edema cerebral. En horas de la tarde, fue sometido a una operación para drenar la presión de su cerebro. Los fans caraqueños se congregaron en la Plaza Alfredo Sadel para hacer una vigilia por la salud del ídolo. En su natal Argentina y en todo el mundo, los mensajes de solidaridad y las oraciones no se hicieron esperar.

Pero el primer parte oficial lo dieron el miércoles 19: Cerati estaba en terapia intensiva y se debían esperar 72 horas para ver la evolución. A partir de ese momento, estaba en condiciones críticas y bajo un coma inducido. Esta situación de salud se mantuvo hasta el viernes 21, cuando los médicos anunciaron una leve mejoría en su estado.

El cantante fue sacado del coma inducido ese viernes y se mantiene sedado. El equipo médico que lo atiende inició el proceso de rehabilitación muscular asistida y aseguró que si el paciente sigue mejorando podrá ser trasladado a Buenos Aires en unas dos semanas. Los expertos anuncian que todavía es muy pronto para saber las secuelas que le podrían quedar. Puede que, ahora sí, de aquel amor de música ligera nada nos libre y nada más quede.

Que si fumaba 40 cigarros diarios, que si se metió tachas durante el concierto, que si la fiesta del día anterior, que si cualquier otra cosa...

La situación es que Cerati está sentado en un crater desierto, sigue aguardando el temblor en su cuerpo, esperando que pase el sismo para que lo despierten...

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