miércoles, 5 de mayo de 2010

La batalla del festejo...

5 de mayo de 1862, Puebla. El ejército francés invadió territorio mexicano. El general Ignacio Zaragoza y sus muchachos, heróicamente, derrotaron a los galos...
Ajá, pero eso fue sólo el principio, porque después los franceses se reorganizaron y regresaron al año siguiente, bajo las órdenes del general Forey, y nos pusieron en la madre...
Así, el 31 de mayo de 1863, ante la inminente llegada de las tropas francesas, el "gran" presidente Juárez y su gabinete abandonaron la capital. Ese mismo día el Congreso le dio al mandatario un nuevo voto de confianza, cerró sus sesiones y se disolvió. O sea que Don Benito agarró sus muñecas y salió por piernas, pero, eso sí, seguía siendo presidente.
La ocupación francesa duró hasta 1867, nos mandaron a un emperador austriaco que no tenía idea ni de cómo gobernar, ni de los mexicanos, ni de su cultura, ni de nada, pero era un romántico empedernido. Bien lindo el Max.
Luego nuestros vecinos del norte nos quitaron de encima a los europeos -claro, si alguien tiene el derecho de chingarnos son ellos ¿no?- y volvieron a poner al señor Juárez, que para entonces seguía a salto de mata.
¿A qué voy? A que en este país tenemos hambre de festejo, pero como no tenemos nada qué festejar, pues festejamos lo que sea por más mínimo que sea. Por eso el ejemplo. Celebramos la batalla de Puebla, ¡les ganamos a los franceses! Sí, pero con el triple de efectivos y en un territorio que ellos no conocían.
La historia oficial nos cuenta un cuento muy lindo, grandes héroes, grandes batallas, grandes hazañas. Y está bien, una nación debe estar forjada de esto. Los pueblos necesitan la motivación que dan esos cuentos. Aportan orgullo nacional, patriotismo, amor al país, nacionalismo, civilidad. Debe ser así.
Supongo que muchos -o tal vez todos- países en el mundo tienen una historia sesgada. ¿Se imaginan si nos contaran la historia real? ¿Los héroes que nos dieron patria y libertad de carne y hueso? ¿Hidalgo, Morelos, Zapata, Villa, Allende, Guerrero, Carranza y todos los demás tienen una cola que les pisen? ¡Pero claro, todos y cada uno! Si nada más hay qué rascarle un poquito. Pero no es mi tarea balconearlos en este espacio. Tal vez en alguna entrega más adelante.
Por lo pronto ¡feliz bicentenario!

1 comentario:

  1. QUERIDO CHARLYU;

    COMPARTO Y NO TU COMENTARIO SOBRE ESTE DIA, EFECTIVAMENTE HAY POCO MUY POCO QUE CELEBRAR EL 5 DE MAYO, EN EL MEJOR DE LOS CASOS FUE UNA VICTORIA PIRRICA, LA DE AQUEL 1862. PERO VICTORIA AL FIN, LO QUE PASO EN AQUELLA OCASION, DEBIO PERMITIR A MEXICO UN RESPIRO PARA PODER ORGANIZARSE Y ENFRENTAR MEJOR AL INVASOR FRANCES, DESGRACIADAMENTE, EN AQUELLOS TIEMPOS IGUAL QUE EN LOS ACTUALES, MEXICO ESTA DIVIDIDO POELEADO ENTRE SI, ODIANDOSE UNOS A OTROS Y HUNDIDO EN UN MARASMO DE PROPORCIONES MAYUSCULAS, SIN EMBARGO COPMO LA VICTORIA DE PIRRO, ES VICTORIA AL FIN, HUBO MUCHOS FACTORES QUE CONTRIBUYERON A LA VICTORIA MEXICANA, UNO DE ELLOS SIN DUDA EL VALOR DE LOS MEXICANOS QUE PELEARON EN PUEBLA, ESO NO PUEDE ESCATIMARSE DE MANERA ALGUNA, AMEN DE QUE LOS FRANCESES CONTRIBUYERON A LA VICTORIA MEXICANA, SUBESTIMANDO AL EJERCITO DE PRIETITOS QUE TENIAN ENFRENTEM LO CUAL LE DIO UN SABOR EXQUISITO A LA VICTORIA NO CREES, RESPECTO A JUAREZ, SON ATINADAS TUR APRECIACIONES, PERO DESPUES DE TODO Y CON TODO, JUAREZ FUE UN HOMBRE QUE CUMPLIO CON SU MOMENTO HISTORICO Y SUPO MORIRSE CUANDO TENIA QUE MORIRSE, JUSTO ANTES DE QUE EMPEZARA A SER UN TIRANTO QUE NO SOLTARIA EL PODER, COMO LE OCURRIO AL JOVEN PORFIRIO DIAZ, QUE DE HABER MUERTO EN UNA DE LAS BATALLA POSTERIORES, SERIA UN SUPERHEROE, PERO YA VES ASI ES DE VELEIDOSA LA VIDA

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